El abuelo Antonio
Se dice que no hay nadie imprescindible, pero yo no lo creo. Hay personas que tienen un aura especial y que hacen imposible cubrir su ausencia con nada que no sea un velo de dolor. Por eso desde que él se fue, se murió dicho claramente, ya no somos los mismos, nuestra vida es otra y no tenemos la vivacidad de antes, la alegría íntima de antes, de cuando éramos una familia que se abrazaba con todo el amor. Aún lloramos a escondidas. Cuando la niña Eugenia nació pensé en su abuelo, que no la conocería y pensé en que ella no tendría ocasión de conocerlo a él. No quiero apelar a la rabia, porque eso es lo que se siente cuando te paras a reflexionar sobre estas cosas. Las razones no existen, no hay explicación, no hay nada sino que una niña no va a conocer a su abuelo y un hombre bueno no va a conocer a su nieta. La vida de los dos habría cambiado de ser eso posible y también la nuestra. ¿Qué cosas aprendería Eugenia de su abuelo Antonio ? Antonio era, a la vez, un hombre ...
