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¿Por qué hay que leer a Edna O´Brien?

Edna O´Brien (1930, Tuamgraney, condado de Clare, Irlanda) es la autora viva más imprescindible de leer en estos momentos. Su obra publicada en castellano constituye un conjunto de libros que, bien organizados en su itinerario lógico, suponen no solo una fuente de placer lector, sino también un modo de comprender la evolución de las mujeres en entornos claustrofóbicos de costumbres y relaciones, así como una mirada única e irrepetible acerca del universo femenino, sin fronteras de tiempos, edades y clases. Por eso es la autora que más y mejor puede ponernos en contacto con la realidad de una sociedad que ha ido modificando su conducta general desde los años cincuenta del siglo XX hasta ahora. Edna O´Brien es, también, la prueba palpable de cómo la literatura puede salvar al individuo. Una salvación que abarca múltiples aspectos. Desde conocerse a sí misma y saber qué se desea y cómo puede lograrse, hasta saltar por encima de convenciones ampliamente asumidas, superar el rechazo

"Las sillitas rojas" de Edna O´Brien

   Después de leer y releer Las sillitas rojas me di una vuelta por Internet para contrastar mi propia opinión del libro con otras de críticos avezados, gente que escribe en los periódicos, en los suplementos culturales, la gente que debe saber de literatura. Y me encontré con dos críticas tan absolutamente distintas que empiezo por referirme a ellas este reseña propia del libro. En Babelia escribió Marta Sanz y en El Cultural Joyce Carol Oates. Ambas visiones son tan diferentes que me han hecho pensar. Así que quizá esto sea una crítica sobre las críticas.     Lo que escribe Marta Sanz es posterior a lo de Joyce Carol Oates, unos quince días aproximadamente. Sanz explica de tal modo su visión del libro que, leyéndola, resulta imposible conocer su argumento y, más aún, la impresión que le ha causado la lectura. Parece evidente que, o no lo ha entendido, o no le ha gustado y no se atreve a decirlo, o se le escapa el universo O´Brien mucho más de lo que ella está dispuesta a reco

Edna O'Brien: Una lectura doméstica

Una vez descubrí que uno de mis apellidos maternos procede del condado de Clare, en Irlanda, el mismo en que nació Edna O'Brien . Quizá de ahí viene mi querencia por esta tierra y por sus escritores. Nadie sabe nunca lo que esconde la historia ni el legado que dejan los antepasados. Puede que ese O'Galbean que aparece en nuestro árbol genealógico fuera también escritor o, al menos, entendiera de nubes y de pájaros.  En la portada de "Las sillitas rojas" , la muchacha de rebeca roja parece despedirse de aquello o quizá tiene la intención de retroceder sobre sus pasos y volver a su tierra. Edna O'Brien no volvió a su tierra para quedarse y yo tampoco. El condado de Clare tendrá que pasar sin ella, aunque intentó comprarse allí una granja parecida a la de su infancia, sin lograrlo. El sabor a tierra te queda en las manos a pesar del tiempo , piensa ella. Eso y los vientos, esa circunstancia peculiar que define los territorios. Los escarpados acantilados sobre el ma

"Agosto es un mes diabólico" y "Noche" de Edna O´Brien

Este es un librito de unas trescientas páginas que contiene dos historias escritas por Edna O´Brien con un denominador común: el erotismo. No deja de ser extraordinario que una persona con la educación estricta que recibió en su Irlanda natal sea capaz de expresar de una manera tan certera, tan abundante de detalles, tan potente y vívida, la relación erótica entre los hombres y las mujeres. Podría una preguntarse cómo es esto posible y habría que recurrir a una respuesta ya conocida: la Verdad, por un lado; la Imaginación, por otro, conforman una estructura capaz de reflejarlo todo si se tiene talento para ello. La vida de Edna O´Brien tuvo tanto de represión como de libertad y esa conjunción de elementos juega a su favor. A eso se une la capacidad de recrear emociones, sentimientos, deseos, pasiones y situaciones concretas que debe a su indudable y poderoso talento literario. Por eso en toda su obra las escenas eróticas tienen, a la vez, delicadeza y estremecimiento. Es muy d

"Objeto de amor" de Edna O´Brien

En ese difícil territorio del relato corto encontramos a una Edna O´Brien pletórica de condiciones, sabedora del terreno que pisa, intensa, apasionante y llena de matices. En las veinte historias que componen el libro “Objeto de amor”, recién publicado por la editorial Lumen con el concurso de su traductora habitual, Regina López Muñoz, hay de todo pero, más que nada, emoción. No la emoción de la sorpresa, sino la del sentimiento. Un paisaje fieramente humano, en un trasfondo social lleno de cortantes aristas y de personajes formidables. Los retratos femeninos, rotundos, dibujados, expresamente lúcidos; los hombres, en el lugar oscuro que les confiere su falta de empatía, su poca participación en la vida familiar o algunas de sus costumbres que convertían la convivencia en un infierno, el alcoholismo, la agresividad. No hay intención de juzgar, sin embargo; es más bien un muestrario, seguramente con un tinte autobiográfico, como lo tienen todas las historias que trasminan piel y

"Chica de campo. Memorias" de Edna O´Brien

    M i itinerario O´Brien comenzó con Las chicas de campo y continuó con La chica de ojos verdes y Chicas felizmente casadas . Después de un paréntesis siguió con Las sillitas rojas y luego con En un lugar pagano . Por fin, llegué a sus cuentos, recopilados en Objeto de amor . Y ahora he navegado hasta sus Memorias, Chica de campo , este libro. Ha sido una larga travesía pero hecha en tiempo récord. E n ese camino hay dos editoriales implicadas, errata naturae, que ha publicado todas sus obras en castellano, excepto Objeto de amor, que es cosa de la editorial  Lumen . Sin ellas y sin las traductoras, sobre todo Regina López Muñoz, no hubiera podido acceder a Edna O´Brien. Mi inglés no da para tanto y bien que lo siento. De este modo, me habría perdido una autora fundamental y un espejo en el que mirar algunas preocupaciones, algunas historias que están aún sin escribir para mí.      C reo que si hubiera leído estas Memorias sin conocer sus otros libros no hubiera podido ent

Un verano de cuento: Edna O'Brien

Las obras más conocidas de Edna O'Brien (Tuamgraney, Clare, Irlanda, 1930) son las que forman su Trilogía de las chicas de campo. Sin embargo, O'Brien es una cuentista muy notable. Y son sus cuentos, siempre protagonizados por mujeres, los que representan una visión muy cercana de la vida y de la naturaleza, de las relaciones humanas y los sentimientos.  Ella no se hace ilusiones con respecto a la gente. Sabe que, en un momento dado, habrá traiciones y desengaños. Los sintió ella misma. Gente que no acepta tu talento y que quiere cercenarlo. Personas que intentan imponerte sus ideas. Entornos claustrofóbicos, momentos desasosegantes. Hasta la propia naturaleza es, en sí misma, una enemiga de las emociones. Y el pasado es una losa y el futuro una incógnita, una dudosa reminiscencia de algo que no  ha llegado pero que se anuncia.  Los cuentos  tienen mucho de sí misma, de modo que, si lees también sus Memorias, verás en ellos desarrollados algunos argumentos que parten

"La señora Reinhardt" de Edna O´Brien

!Qué esplendorosa mujer esta señora Reinhardt del cuento de Edna O´Brien !  !Qué carácter, qué visión, qué reacciones, qué retrato de una mujer en un dilema!    Las fotografías de Nina Leen bien podrían representar a esta mujer que, enterada de que su marido, Harold Reinhardt , se ha enamorado de una joven, Rita, y pretende acabar con su matrimonio, se marcha a Bretaña para encontrar un poco de paz. El relato de su estancia en Bretaña es vertiginoso y, al tiempo, capaz de detenerse en pequeños detalles, como la insaciable lucha de las langostas de un acuario por imponerse. Como en todos los libros de Edna O´Brien hay dos elementos que luchan por convertirse en el centro de la narración: la naturaleza y todas sus manifestaciones más sensuales y el género humano, la mujer , en este caso, pero también los tres hombres que, del algún modo, la acompañan.  El señor Reinhardt, marchante de arte, ha visto en la joven pintora una forma de huir de la rutina y del paso de los día

"Menudo cielo" de Edna O'Brien

  Los cuentos de Edna O'Brien , que ella misma reunió en una colección titulada "Objeto de amor" , indican más de su vida que la propia autobiografía que publicó a los ochenta y tantos años. En esos cuentos, pequeñas píldoras de literatura, podemos rastrear momentos y emociones que forman parte de su vivencia personal. Eso ocurre, por ejemplo, con este "Menudo cielo" , que cuenta, en catorce páginas, una historia singular y, a la vez, una historia común a muchas personas. Las tiranteces entre padres e hijos forman parte de las familias, por muy perfectas que estas puedan ser. Y la familia de Edna O'Brien era todo menos perfecta. En el cuento se vislumbra. Una madre desaparecida (se entiende que muerta), un hermano que se ha quedado con la casa familiar y lo que en ella se contiene (como le ocurrió a la escritora) y un padre que, resistiendo a la edad, vive en una residencia de ancianos en la que no quiere estar, porque considera inferiores a los demás ancia

"Manhattan Medley" de Edna O´Brien

(Edna O´Brien fotografiada en 1964 por Sandra Lousada) Para Louella, Maria Pilar y Carmela Una ciudad, un encuentro, una aventura. Dos personas, hombre y mujer. Unos instantes, un abrazo. Un adiós o un comienzo, esto no se puede dilucidar en el breve espacio de un cuento. He aquí el breve resumen de lo que significa "Manhattan Medley" en el libro de relatos "Objeto de amor". Apenas veinte páginas que logran resumir mucho de lo que Edna O’Brien sentía y expresaba con respecto a las relaciones entre los seres humanos y la continua lucha que esto conlleva. Desconocemos casi todo de él, su nombre, su edad, su ocupación. Solo sabemos que alguien celebraba una fiesta en su honor, que está casado y que huyó de la fiesta en compañía de "ella", la narradora, quien quiera que sea. Así comienza esta aventura amorosa, en plena ciudad, un lugar mucho más adecuado, según escribe, que un bosque, el mar o la arena. El hallazgo del hombre la perturba y tamb

Paralelismos: De Edna a Jane

(Jane Austen nació en la rectoría de Steventon, Hampshire, en 1775. No se conserva la casa en la que nació. Esta es una vista actual del pueblo) La señorita Marple, con permiso de Agatha Christie, investigadora aficionada, mujer perspicaz y muy práctica, tenía su fuerte en buscar (y encontrar) paralelismos con ocasión de cualquier asesinato  (así, como quien no quiere la cosa, siempre andaba mezclada en el sórdido mundo del crimen) entre los implicados en el asunto y los habitantes de su pueblo, el pequeñísimo y rural Saint Mary Mead . Un sitio inventado pero no imposible, más bien un reflejo de las poblaciones rurales de la campiña inglesa, esa en la que se come pudín, se luce el arte del visiteo y suceden cosas inverosímiles.  Si se trataba del desfalco de un gran funcionario, que se quedaba con parte de la herencia de un pariente de forma indebida, ella recordaba ipso facto y con toda coherencia al carnicero del pueblo que siempre servía un poquito menos en el kilo de