"Asesinato en el Richelieu" de Anita Blackmon
El "desenfrenado derramiento de sangre" parece que no casa bien con la tranquila solidez del Richeliu, el templo de los jubilados y de las labores de aguja. Pero ahí suceden cosas, como diría en cursiva la señorita Marple. Aquí no está ella pero sí Adelaide Adams, soltera, a quien no se le suele pasar nada. Precisamente el libro empieza mientras ella está tejiendo en el vestíbulo una mañana. Dedicado a su madre, este libro, una de las dos únicas novelas de esta escritora de relatos que primero fue profesora, la cosa se inicia con el plano de la planta baja del hotel Richelieu, costumbre esta de Agatha Christie, que viene a expresarnos lo importante de los espacios en la trama y la voluntad de la escritora de que no se nos escape nada. Anita Blackmon tiene un impecable sentido del humor, una ironía fina y dispuesta a desguazar todo lo que se ponga por delante, incluso a reírse de sí misma. Son crímenes aderezados por abiertas carcajadas. Crímenes casi domésticos en los que l