(Fotografía: Nina Leen) Un día, en un pequeño local que había quedado vacío cerca del patio de Bernabé, instalaron una tienda de libros, un lugar al que podías acudir a cambiar tebeos, novelas del oeste y de amores, todo muy barato. No era una librería al uso, sino un espacio alargado, atestado de novelas, cuentos y tebeos, que se ponían a disposición del cliente sobre el mostrador de madera. El sistema era muy sencillo: había precios distintos para cambiar según fueran las ediciones nuevas, regulares y viejas. Las nuevas eran bastante más caras y poco asequibles para el alcance diario de los bolsillos, pero de vez en cuando, los lectores empedernidos de Marcial Lafuente Estefanía o las lectoras de Corín Tellado, hacían el gigantesco esfuerzo por conseguir leer lo último de sus queridos autores. El reducido espacio de la tienda estaba plagado, por las tardes, de aficionados a la lectura que se pasaban las horas contemplando las nuevas adquisiciones y buscando ejemplares
¡Cumplimos 15 años! 2009-2024