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Mostrando las entradas etiquetadas como Antoine de Saint Exupèry

De Agatha a Jane

Los libros son como los amores y como los lugares. Aparecen en tu vida en el momento adecuado, un momento único, indiscutible, exacto. No podría ser de otro modo. Si te niegas a ellos es para siempre. Por eso ahora recuerdo a Bartleby: Preferiría no hacerlo . Pero no es de Melville de quien quiero escribir, sino que se ha colado por alguna razón que desconozco. Sigo. Los libros son como los amores y como los lugares. Testigos de tu aprendizaje y de tus errores. Puedes hacer la línea de tu vida a través de los libros que leíste, la gente a la que amaste y los lugares que pisaste. Es un itinerario que a veces se entrecruza, pero, en la mayoría de las ocasiones, ni siquiera lo notas cuando ocurre. Sobre el amor y sobre el viaje, el libro tiene la ventaja de la permanencia y de la generosidad. Es tuyo y se abre ante ti para ti solamente. No te exige nada más que paciencia. No se acaba, no se rompe, no huye, no se llena de escandalosas edificaciones fruto de la especulación. Es, por as

Demasiado corazón: A propósito de "Le petit prince" de Antoine de Saint-Exupèry

Si en la casa de mi infancia, entre los niños de la familia, hay un libro que ha marcado la infancia y aun la adolescencia de todos, este es, sin dudarlo, "El Principito". Se regalaba en los cumpleaños. Se regalaba en las Primeras Comuniones, se regalaba tras las buenas notas. Se regalaba a mayores, pequeños y medianos. Se leía en todas las ediciones. Se decían sus frases en voz alta. Se maduraba, en silencio y en soledad, su contenido. Una educación emocional en la que este libro tiene especial papel tiene sus connotaciones evidentes. Demasiado corazón.  Al contrario de lo que sucedía con otros libros que también pasaban de mano en mano, aquí cada uno tenía su ejemplar. Era el tesoro que se poseía y que se leía a menudo, saltándose capítulos, buscando las frases que más nos conmovían, de un lado a otro del texto. A solas. Porque, a diferencia de las novelas de Ágatha Christie o de las tiras de Mafalda, este libro no se comentaba en voz alta, no formaba parte de la