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Mostrando las entradas etiquetadas como George Romney

"Persuasión" o la tristeza

  MISS SARAH RODBARD Oleo sobre tela por George Romney, pintor inglés, (1734-1802) Aunque se suele decir que Persuasión es la novela de las segundas oportunidades, más bien me parece que es una novela muy triste, la novela más triste de todas las que escribió Jane Austen. Tan triste que la unión final de la pareja no compensa el rosario de decepciones que la precede. Leída con la mirada de ahora, diríamos que es una novela realista, pues no escatima ocasión de hacernos ver el lado más amargo de la vida. Por eso, quizá, sea la tristeza su elemento definitorio y por eso se separa del resto de las obras escritas por Austen.  No es la primera vez que aparece una huérfana pero, en esta ocasión, tiene el problema añadido de que su padre no la quiere. Y lo demuestra abiertamente. Tampoco la aprecian sus dos hermanas. Anne Elliot es una muchacha sin afectos. La persona debería haber velado por su felicidad, su amiga Lady Russell, le dio el consejo equivocado. No calibró lo que significaba para

Pasiones inteligentes

(Serena Reading by George Romney, 1780-85. Harris Museum & Art) Tengo para mí que " Emma" , de Jane Austen , es una novela que tiene en la inteligencia su principal adorno. No en la belleza, efímera. No en la riqueza, injusta. No en la suerte, arbitraria. Es la inteligencia el don que aquí aparece tan magníficamente retratado, con pinceladas suaves a veces como una foto en blanco y negro o con la espesa pasta pictórica de los impresionistas. O como ese cuadro de George Romney , contemporáneo de Austen , que revela la sencilla inclinación de una mujer leyendo.  En todo caso, la inteligencia fluye en los diálogos, en las descripciones y en las cabezas de aquellos personajes que disfrutan de ese regalo de la naturaleza que esta reparte con la displicencia de lo que es únicamente suyo. Ocurre en "Emma" de una forma extraordinaria pero también en el resto de sus libros, en los que se distingue de inmediato al necio del sabio, al prepotente del humilde

Emma Woodhouse no quiere casarse

(Retrato de Lady Hamilton como Circé, 1782, George Romney, Londres, Tate Gallery) Guapa, joven, rica y sin ansias de pillar un marido. ¿Cómo es esto? A simple vista resulta raro. A vista de pájaro podemos pensar que aquí falla algo. Será una chica de mal carácter, de esas insoportables, a la que solamente le gusta leer libros sesudos y recluirse en su habitación para pensar en cómo marcha el mundo. Una sabelotodo. O quizá es una artista frustrada, alguien que dedica su vida al arte, a plasmar paisajes en los lienzos o a esculpir, a partir del sencillo barro, los bustos de la gente de su entorno. No sé. Puede que nos encontremos un caso patológico, alguien sin habilidades sociales, a quien no le gusta reír, alguien con mal humor congénito, una de esas personas insoportables y hurañas. Quizá es que la vida social le molesta, no le apetece bailar, la gente le produce urticaria, es una ermitaña que solamente está a gusto consigo misma… Si lees Emma verás que nada de esto