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Mostrando las entradas etiquetadas como Clint Eastwood

Clint y Edna

  Los dos nacieron el mismo año. Fue en 1930. En mayo el actor, en diciembre la escritora. Ambos, por lo tanto, han cumplido o cumplen en 2023 los 93 años. Qué cifra...Él nació en San Francisco y ella en Tuamgraney, Irlanda. No es una circunstancia nimia. Mientras él se educó en libertad y sin ataduras, ella tuvo que sortear imposiciones y un rígido sistema educativo y familiar. Creo que no se han conocido. Al menos ella no lo cita en sus Memorias, donde sí nombra a otros actores con los que ha coincidido alguna vez en fiestas londinenses. Clint y Edna, a pesar de sus paralelismos, no se han encontrado nunca. O todavía.  A finales de los cincuenta y principios de los sesenta, cuando Clint hacía un papel secundario en una serie de televisión, Edna comenzaba en el mundo de la literatura. Con esfuerzo, porque apenas tenía tiempo para ello, logró terminar y publicar su primera novela, la más autobiográfica de todas las suyas, y que iniciaba su trilogía Las chicas de campo. El mundo de la t

El Lejano Oeste, mi padre y una canción

  A mi padre le gustaban las películas del Oeste. Se sentaba en su butaca favorita las pocas veces que tenía tiempo para ello y disfrutaba con las aventuras de aquellos hombres solitarios, duros y muy desgraciados. Cuando era niña pensaba que ese cine era una broma, una mirada burlona a la sociedad y por eso no entendía bien como a mi padre le gustaba tanto. Porque era un hombre callado, introvertido, que guardaba sus emociones y que sufría por todo. Pasando el tiempo, como suele ocurrir con tantas cosas, entendí aquellas películas y entendí a mi padre y su atracción por ellas. Creo que fue escuchando la música de "Unforgiven", esa canción que Lennie Niehaus le dedica a Claudia, la esposa muerta del protagonista. Pocas veces se ha dicho tanto con la música. El fondo inhóspito del paisaje, la soledad del hombre, la nostalgia por su mujer, la melancolía de no tener ya nada, la miseria de la lucha por la vida, la pelea sin sentido, la búsqueda de una meta para sobrevivir, todo e

Yeats, unas fotos, un puente

Tiene algo de obsceno rebuscar en las posesiones de alguien que ha muerto. Traspasar su umbral, lo íntimo. Aunque así lo decida el testamento. Los hijos de Francesca son entes extraños que pasan las páginas de los cuadernos que su madre escribió y que no pueden ponerse en su lugar, no pueden entender nada. Resulta muy difícil aceptar que tu madre, a la que siempre recuerdas junto al hombre que fue tu padre, haya tenido una doble vida o, lo que es peor aún, haya vivido la vida ajena a vosotros. Porque, si creemos lo que Francesca escribe, y no hay por qué dudar, su vida fue un paréntesis para llegar a la auténtica verdad y, una vez descubierta, vuelve a convertirse en una rutina con menos alma. No es un caso de desamor conyugal, es que Francesca, como alguna gente en este mundo, encuentra lo que en realidad casi nadie halla: la fuente exacta de la vida. Un amor, el amor, de un modo solo, de una forma única, él.  Quizá el éxito de la historia está ahí. Todos queremos poseer algo verdader

Lo nuevo de Woody Allen

Desgraciaíto el que come el pan por manita ajena siempre mirando a la cara si la pone mala o buena.  (Martinete. La Moreno) Los cinéfilos nos entendemos cuando hablamos de "lo último" de Woody Allen. Es un director prolífico y esperamos siempre la próxima película. Él también. Lo cuenta en sus Memorias. "A propósito de nada" es tanto su infancia y su adolescencia como su pasión por el cine. Además, un intento desesperado de aclarar que las acusaciones contra él, desestimadas por la Justicia, le han hecho un daño irreparable. Que esto es así lo demuestran algunas de sus películas. Desde que se volvió a poner sobre la mesa la cuestión, al calor de extremismos ideológicos que ahora están cubriendo el horizonte, Woody Allen no ha vuelto a ser el mismo director. Se acabó su libertad y se acabó la posibilidad de seguir haciendo películas cada año. Ahora, para hacerlas, tiene que "venderse". Para encontrar actores que quieran trabajar con él, para

El antihéroe

Harry Callahan es el rey de la ambigüedad. Por eso no resulta extraño que protagonice una película de buenos y malos. La línea divisoria entre ambos conceptos es resbaladiza a veces y por eso Don Siegel nos propone que no nos fijemos en los métodos sino en los fines. Así Scorpio es el malvado francotirador al que hay que hacer frente y Harry Callahan el héroe, en momentos antihéroe y, para la posteridad siempre, Harry el Sucio.  Todos los engranajes de la película funcionan a la perfección y el resultado no es solamente un film de género policíaco con policía-duro que a veces se salta la ley para lograr un objetivo mejor, sino, sobre todo, el nacimiento de un icono del cine que no se llama, en realidad, Harry, sino Clint. Clint Eastwood. Importado directamente de la trilogía (Por un puñado de dólares, La muerte tenía un precio y El bueno, el feo y el malo) que configuró para siempre el spaguetti western, otro género anunciado y confirmado por él, con la dirección imprescindibl

Acosadoras

(Donna Mills es la chica buena en "Escalofrío en la noche") Inquietante. Este es el mejor adjetivo que puede usarse para calificar esta película,  “Escalofrío en la noche” 1971, dirigida e interpretada por Clint Eastwood.  El contraste entre el aparentemente voluble y divertido locutor de radio y la acosadora que convierte su vida en un infierno abre posibilidades dramáticas que están muy bien aprovechadas. Jessica Walter es Evelyn, la mujer que toma una copa en un pub en el que conoce a Dave Garland (Clint Eastwood) . Una historia vieja y repetida que, en cada caso, muestra tintes diferentes. Evelyn va evolucionando a lo largo del relato como si fuera una cebolla a la que se le cayeran sus sucesivas capas. De admiradora, a mujer sensual para una noche, a insistente, a acosadora, a asesina. La transformación dura lo que dura el metraje y va cambiando también la tranquila y apacible vida de Dave, que solo tenía las dudas propias de quien no sabe si comprometerse o