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Mostrando entradas de diciembre, 2023

Un baile en Uzès

  Nos gustaba acudir al mercado. Resplandecían las flores. Toda la plaza olía al unísono y nosotros contemplábamos ese estallido de color como si nunca antes hubiéramos conocido el rosa, el verde, el rojo, el anaranjado, novatos en los sentidos, desprevenidos, sin esperar que nos asaltara tanta belleza, tanto bullicio. Las frutas emergían en un costado y los dulces, y el pan, en hogazas, en círculos sobre una mesa de madera. Y los hortelanos exhibían con orgullo sus productos y nos miraban con la condescendencia de quien está seguro de saber más que tú. La plaza se cubría de todos ellos las mañanas de los jueves y de los domingos. Pero algunas noches, inopinadamente, sin saber nosotros el motivo o sin entenderlo quizá, la plaza se llenaba de farolillos de colores, como si fuera un cuadro de Vettriano, y entonces las figuras de los danzarines comenzaban a moverse sin avaricia. Las mesitas se situaban en torno al centro de la plaza, los camareros se movían con soltura llevando en las ban

"El juego del amor" de Elizabeth Taylor

  Elizabeth Taylor (1912-1975) sabía mucho de triángulos amorosos. Durante quince años, estando ya casada, Elizabeth mantuvo correspondencia con un hombre desconocido. Se cruzaron miles de cartas en las que le cuenta todo, lo que hace, dice, piensa o escribe. A ella le gustaba escribir cartas y así se demuestra con su correspondencia con gente como Virginia Woolf, Kingsley Amis (de cuya esposa, Elizabeth Jane Howard era muy amiga) o Dorothy Parker, pero su modestia y discreción eran tales que pidió a sus familiares que destruyeran sus documentos personales cuando ella muriera. No sabemos qué destruyeron los deudos de Taylor pero sí que en la biografía que se publica en 2009 (una vez fallecido su marido, Kendall Taylor y ojo al dato), escrita por Nicole Bauman ("The Other Elizabeth Taylor") , se da noticia de esa extraña relación epistolar que le ocupó muchísimo tiempo y esfuerzo, a tenor del número de misivas. Quién era ese hombre, cómo lo conoció, qué relación tenían…

"El castillo de arena" de Seicho Matsumoto

  Seicho Matsumoto (1909-1992) es un excelente escritor japonés de novela negra. Creo que van cuatro las que he reseñado aquí. Me gusta muchísimo su estilo, la minuciosidad con que revela detalles y la forma en que hay elementos que adquieren una gran importancia en el relato. La editorial Libros del Asteroide está publicando sus obras en español y esta es la última que  ha salido, publicada en su primera edición en 2023. Con las novelas de Matsumoto no solo te distraes, aprendes un montón de la vida japonesa, de sus ritos, comidas, formas de pensar, sus costumbres. Es muy didáctico pero sin resultar pesado. Es un narrador que no deja cabo suelto y que te atrapa desde el principio. Repito, me encanta Matsumoto.  En esta novela tiene mucha importancia el ferrocarril. Las estaciones, las paradas, los empleados, las lineas, la jerga propia de los trenes. El protagonista es un obstinado inspector de policía, el señor Imanishi, al que toca descifrar el misterio de un cadáver desfigurado que

Austen: lo que dice Lewis

  En el volumen "Ensayos literarios selectos" (Rialp, 2023) me llama la atención el dedicado a Jane Austen. Sobre él quisiera escribir esta entrada después de saludar en otra de ellas la buena noticia de la aparición de este libro que cuenta con la traducción de David Cerdá, un consumado austenita, lo que significa que estamos en buenas manos a la hora de traer al español el sentido de un texto que parece, a primera vista, importante, dentro de los que se han dedicado y se dedican a la escritora.  Con cierto aire de humildad Lewis lo titula "Una nota sobre Jane Austen" y para su exposición parte de cuatro textos extraídos de sus novelas. Esa selección será decisiva a la hora de expresar su pensamiento al respecto. De los cuatro pasajes, el primero corresponde a "La abadía de Northanger" y es el momento en que Catherine Morland, la heroína, se da cuenta de que ha estado metiendo la pata considerablemente a la hora de juzgar a los Tilney. Su novelería l

"Expiación" de Elizabeth von Arnim

  Expiación. Elizabeth von Arnim Editado por Trota Libros, 2023 Traducción de Raquel G. Rojas Publicación original: 1929 El escritor británico Ian McEwan tiene publicado desde 2001 un libro con el mismo título que también fue llevado al cine. Un novelón potente y lleno de fuerza, con personajes inolvidables. La adaptación cinematográfica fue muy notable y ha pasado a la historia del vestuario el traje verde de Keira Knightley. De Elizabeth von Arnim he escrito ya en este blog.    Elizabeth von Arnim era, en realidad, Mary Annette Beauchamp y nació en Sidney (Australia) en 1866. Era pariente de la también escritora Katherine Mansfield. Tuvo una educación inglesa y se casó a los 24 años con el barón von Arnim, un tipo adusto, colérico y poco amable, de quien tomó su apellido y con quien se fue a vivir a la región de Pomerania, en Alemania. Su vida conyugal no fue nada agradable ni, en general, sus relaciones amorosas. Así que se vengó de la forma más elegante posible, a través de sus l

Desmontando lo de Austen

  Después de publicar mi libro "Las mujeres en Austen" (Rialp, 2023, prólogo de David Cerdá) me di cuenta de algunas cosas que ignoraba. Para empezar hay mucha gente que no conoce a Jane Austen y mucha otra gente que no la ha leído. Yo daba por hecho que el fandom austenita es mucho más poderoso de lo que sucede en la realidad porque lo que ocurre es que hay muchos que han visto películas o series basadas en sus novelas, lo que no tiene que ver con leerlas. Esta fue la primera en la frente, pero no la última. Algunos motivos de esa no-lectura me fueron explicados en curiosos raptos de sinceridad que son raros de hallar en los lectores que se consideran avanzados o, como diría Robert Louis Stevenson , lectores natos, que son lo contrario de los lectores mecánicos, esos que acuden raudos a la llamada de los best-sellers y a la propaganda de las grandes editoriales. Propaganda, todo  hay que decirlo, que en ocasiones no hace la editorial, o no directamente, sino que corre a ca

Stevenson da en la tecla

  Dos elementos bien distintos me han lanzado a la escritura de estas palabras. Los dos tienen un fuerte componente indagatorio. Pretenden averiguar o adivinar, no sé cuál de estas palabras encaja mejor, el motivo por el cual algunas personas se convierten en lectores de calidad y cómo se llega a ello. Es decir ¿cómo se logra adquirir el hábito lector y perseverar en él? Puede parecer una pregunta sencilla y quizá lo sea, pero la respuesta no lo es tanto. Todo lo contrario. Y la prueba es lo que voy a relatar a continuación.  Fue leyendo los “Ensayos sobre el arte de escribir” de Robert Louis Stevenson (1850-1894)  como surgió con nitidez la cuestión. Y ello es así porque Stevenson, después de hablar de los escritores, pasa a referirse a los lectores y a lo que él llama “el don de la lectura”. Lo hace respondiendo a la pregunta  “los libros que me han influido” que es algo que todo el mundo relata en algún momento de su travesía personal. Ahí aparecen Shakespeare, Montaigne, el Nuevo

De orgullo y de prejuicio

  "Jane Austen entraba y salía de la mente de toda su gente como hacía la sangre que corría por sus venas" (Virginia Woolf, ensayos literarios) Los diálogos de las novelas de Jane Austen son el impulso que los levanta, les da credibilidad y los pone a la altura de los lectores. Vamos a escuchar esas conversaciones como privilegiados que somos por asistir a una reunión cualquiera o a una charla entre amigos. Esas conversaciones tienen el don de la coherencia y no hay palabras vanas ni de relleno, todas ellas cumplen su función y tienen, por otro lado, la virtualidad de que son los personajes los que hablan, rara vez la escritora se entromete aunque en ocasiones su voz surge, incluso directamente. Los diálogos de "Orgullo y prejuicio" sirven para darnos a conocer cómo son esas personas a las que tratamos ya como si existieran y en verdad sí que existen. Le otorgamos más veracidad a Darcy que a cualquier otro hombre que conozcamos hasta en persona. Darcy mantiene s

Cuando la crítica hace el ganso

 /La campiña inglesa, ese paisaje tan austeniano e idílico/ "Jane Austen y los gansos" es uno de los ensayos que escribió Virginia Woolf y que forman parte del conjunto de sus ensayos literarios, de tanto interés para escritores y lectores en general. En ese texto arremete contra la insulsa crítica que ha puesto verde a Jane Austen aludiendo tonterías y absurdeces nunca probadas, como si todo lo importante fuera poner de manifiesto que para nada Austen debería estar en ninguna galería literaria. Una falta de respeto total preside esas críticas y Woolf lo pone de manifiesto. Los gansos de los que habla no son animales sino críticos mal intencionados, gente que habla con poco conocimiento y con muy mala intención. A todas las críticas que se le hacen a Austen en el tiempo de Virginia o anteriormente ella responde con atención pero, desde luego, ninguna crítica más acerada que la que dice que la pobre Jane, recluida según ellos en lo más recóndito de la campiña inglesa, no tenía

De hijos y de amantes

  "Hijos y amantes" es una de las obras más notables de D. H. Lawrence. Para mí, junto con "Mujeres enamoradas" y "El amante de lady Chatterley" forma su trilogía principal. Habría que añadir a este grupo "El arcoiris" que es la precuela de "Mujeres enamoradas" y la que presenta de inicio a la familia Brandgwen . Sagas aparte, "Hijos y amantes" es una novela muy especial, que te produce sentimientos complejos y pensamientos encontrados. No solo es una opinión mía como lectora precoz y luego contumaz de Lawrence sino de una mujer escritora cuyo criterio me merece todo el respeto: se trata de Virginia Woolf, uno de cuyos ensayos literarios, recogidos en el volumen de Páginas de Espuma que aparece en otra entrada de este blog, se titula precisamente "Anotaciones sobre D. H. Lawrence", habla ampliamente de esta novela en un ensayo de apenas cinco páginas. La glosa comienza dejando claro que hay una dicotomía en

Virginia Woolf: Por qué las mujeres no tienen tiempo de escribir

En esta edición de Páginas de Espuma de los ensayos literarios escritos por Virginia Woolf (1882-1941)  hay mucho de todo. Merece la pena una lectura atenta y reposada y una reflexión posterior. Cada uno de esos ensayos requiere darle unas cuántas vueltas después y requiere además del pensamiento propio. Lo bueno de estos ensayos es que algunos presentan problemas y situaciones que te han venido antes a la cabeza, que te han llevado a preguntarte sobre asuntos y cuestiones que tienen miga. La obra literaria de Virginia es una cumbre pero su aportación a la teoría de la literatura también lo es, a pesar de que sea menos conocida y hasta poco reconocida. Todavía falta mucho para que Virginia Woolf deje de ser solamente una activista de lo femenino que una y otra vez insiste en que la mujer tiene escasa voz pública por razones muy diversas.  Analizar este libro, pararse en él, da para muchas entradas y así se intentará hacer en este blog. De ella se aprende y con ella se comparte. Eso

William Gifford, el editor que adoraba a Elizabeth Bennet

  (Pintura. Joaquín Sorolla y Bastida) Cuando en el año 1813 se publica por primera vez "Orgullo y prejuicio" , en edición del experto en temas militares Thomas Egerton, hubo quien se sintió escandalizado ante el personaje principal, Elizabeth Bennet , su desenvoltura y descaro, así como con el estilo de vida de la familia entera, con una madre cabeza de chorlito y un padre aislado en la biblioteca. Lo peor de todo, a juicio de los críticos académicos, era que en la historia no había castillos, ni fantasmas, ni secuestros, ni fastuosos carruajes, ni heroínas que sufrían el desdén de caballeros imposibles. Las muchachas del libro podían ser tildadas de frívolas o de casquivanas o de independientes, pero, desde luego, no tenían el perfil "adecuado" a lo que se consideraba razonable en las protagonistas. Una escritora de la época Mary Russell Mitford afirmó que solo una "absoluta carencia de gusto podría engendrar una heroína tan impertinente y mundana". Y, d

Ni Jean Harlow, ni Norma Jean: Jane Austen

  (Película dirigida por Julian Jarrold, 2007) Bellísima y con este inadecuado vestido rojo que Jane Austen nunca usaría, Anne Hathaway es la joven Jane en una película de 2007. Por desgracia, la escritora no tuvo un retrato a su altura que nos permita conocer de verdad cómo era su apariencia. Su hermana Cassandra la pintó someramente y, desde luego, carecemos de la imagen que nos mostrara de forma definitiva lo que algunos dijeron de ella: su rostro agradable, sus facciones correctas, su altura y buena figura, su pelo oscuro y ensortijado. Lo que tenemos es poca cosa y por eso sus lectoras vamos más allá de lo concreto y la imaginamos en cualquier de las bellas actrices que han interpretado a sus heroínas o a ella misma.  El otro día alguien escribió por error Jean Austen. Me dio que pensar, me vinieron a la cabeza otras famosas Jean y di en cavilar sobre lo diferente que suena todo cambiando esas dos letras de lugar en su nombre. Dos letras dan para mucho. Pensé en Jean Harlow, famos

"La sociedad secreta de Jane Austen" de Rudyard Kipling

  La editorial Funambulista acaba de publicar (marzo de 2023) esta rareza bibliográfica. Se trata de un inédito que recoge algunos textos escritos por Rudyard Kipling entre los que se encuentra un poema, El matrimonio de Jane y un relato, La sociedad secreta de Jane Austen , en el que hace referencia a la escritora que él adoraba y que leía con su familia cada noche. La admiración de Kipling por Austen es un hecho muy relevante a la hora de fomentar el conocimiento de las novelas que ella escribió. Como dice en el postfacio la traductora del volumen Paloma Díaz Espejo , el conocimiento de Austen en los primeros años del siglo XX era limitado y se reducía a "las clases altas y los eruditos", de modo que esa relación entre ambos escritores resultó beneficiosa para ambos. Es verdad que Díaz Espejo cita también, como elementos fundamentales de la atención al legado austeniano, la introducción que hace George Saintsbury en la reedición de Orgullo y prejuicio en 1894 así como

"Ensayos literarios selectos" de C. S. Lewis

  Ensayos literarios selectos C. S. Lewis Ediciones Rialp, 2023 Traducción de David Cerdá Si te gusta el ensayo no puedes dejar de leer a C. S. Lewis en este conjunto de ensayos que ha traducido David Cerdá para la editorial Rialp. Contiene más de veinte de los ensayos literarios más importantes del autor, que fueron escritos entre los años 1932 y 1962, es decir, durante treinta años, suficientes como para observar su evolución y la de su pensamiento. Los grandes escritores de poesía, teatro o novela desfilan por estas páginas donde puedes encontrar aspectos referidos a algunos de los que más lees y a los que más admiras. La edición forma parte de la Biblioteca C. S. Lewis de la editorial Rialp, en la que están títulos tan importantes como Cartas del diablo a su sobrino, El problema del dolor, Mero cristianismo, Los cuatro amores, El gran divorcio... Si te acercas a la biografía de C. S. Lewis verás que fue, sobre todo, un profesor, que ejerció durante muchísimos años y que era muy pop

Jane Austen y algunos sombreros

  (Handfie) Hay quien se imagina a Jane Austen como una solterona recalcitrante, siempre pendiente de cotillear lo que sucedía a su alrededor para plasmarlo en sus libros. Alguien súper erudito, que solo tenía vida para reflexionar y para buscar argumentos. Es una reducción de la persona a personaje. Olvidan que fue joven, que tuvo infancia, adolescencia, juventud y que ella también sintió, como las heroínas de sus libros, como las chicas de su época y, añado, de todas las épocas, el deseo de enamorar y de sentirse bien, guapa, admirada, de conocer gente, de disfrutar de la vida, de reír y soñar.  Prueba de que lo mundano le iba es que prestaba mucha atención a todas las novedades de la moda y para comprobarlo nada mejor que leer algunas de sus cartas entre las 160 que se conservan, escritas durante una veintena de años y conservadas por su hermana Cassandra, a quien iban dirigidas en su mayoría. En la carta número 20 de la colección de cartas completas, además de hablar de que asistió

Jugando al cribbage en Bath

  (Jugando al cribbage en 1814. MET) La carta número 35 de las conservadas entre las que escribió Jane Austen es muy explicativa y tiene multitud de detalles interesantes. Tienen que ver con dos cuestiones: el atuendo femenino y los juegos de mesa.  Digamos en primer lugar que la carta fue escrita los días 5 y 6 de mayo de 1801. Como sabemos, solían ser tan largas estas misivas que nunca se cumplimentaban en un solo día porque, además, había otras cosas que hacer y obligaciones que atender. En la carta, escrita desde Bath y dirigida a Cassandra Austen, su hermana, que estaba pasando una temporada en Ibthorpe, la residencia de sus amigos los Lloyd, Jane le cuenta entusiasmada que está deseando tener su propia habitación porque por el momento están parando en casa de unos primos, los tíos Leigh-Parrot, familia por parte de madre. Precisamente con su madre, a modo de expedición adelantada, llega en ese tiempo Jane a Bath en busca de casa para alquilar. Su primera impresión de Bath no pued

Lo que medía Jane Austen

  Ariadna abandonada por Teseo  (1774), Angelika Kauffmann, Museo de Bellas Artes (Houston) Las referencias que tenemos acerca del aspecto físico de Jane Austen coinciden en afirmar que se trataba de una mujer alta, de buena figura, rasgos regulares, cabello oscuro y mirada ingeniosa. Por desgracia, los dos únicos retratos que circulan de ella los hizo su hermana Cassandra, que no era Vanessa Bell, desde luego, sino una artista más que regular y que ofrecen un físico algo adusto y pocos datos verdaderamente interesantes. Resulta raro que en ningún momento optara por hacerse un buen retrato a cargo de algún  pintor adecuado, pero así es y la posteridad tiene que apañarse con esa pobre iconografía  de la escritora.  Sin embargo, sí nos han llegado referencias escritas acerca de su  persona. En lo que se refiere a la altura ella misma la deja clara y basta con hacer un pequeño cálculo para conocer cuánto medía. El 25 de enero de 1801, en una carta escrita desde Stevenson  y dirigida a Cas

La herencia de los Knight

  (Vista actual de Godmersham) Fue  Edward Austen-Knight, el hermano de Jane Austen , quien, al ser adoptado por los ricos Knight, puso a Jane y a su familia en la órbita de una clase social poseedora de tierras y capital. Cuando se casó estuvo viviendo en Kent, en una elegante mansión llamada Rowling, pero más tarde recibe  Godmersham Park , la casa solariega de los Knight, que llega a su poder cuando muere su tío adoptivo y su tía, la viuda, se la cede a cambio de una renta de dos mil libras al año. Estaba a doce kilómetros de Canterbury y era una hermosa casa, hecha según los cánones de la arquitectura palladiana, con interiores blancos y diáfanos, rodeada de una considerable extensión de césped y, más allá, de una zona boscosa llena de carreteras y veredas. Tenía campos de juego, una colina, un arroyo y una excelente biblioteca, con un nutrido catálogo que aún se conserva.  Además de todo esto, en  Godmersham Park , donde vive  Edward  con su esposa e hijos desde 1798, había siempr