"Expiación" de Elizabeth von Arnim
Expiación. Elizabeth von Arnim
Editado por Trota Libros, 2023
Traducción de Raquel G. Rojas
Publicación original: 1929
El escritor británico Ian McEwan tiene publicado desde 2001 un libro con el mismo título que también fue llevado al cine. Un novelón potente y lleno de fuerza, con personajes inolvidables. La adaptación cinematográfica fue muy notable y ha pasado a la historia del vestuario el traje verde de Keira Knightley. De Elizabeth von Arnim he escrito ya en este blog.
Elizabeth von Arnim era, en realidad, Mary Annette Beauchamp y nació en Sidney (Australia) en 1866. Era pariente de la también escritora Katherine Mansfield. Tuvo una educación inglesa y se casó a los 24 años con el barón von Arnim, un tipo adusto, colérico y poco amable, de quien tomó su apellido y con quien se fue a vivir a la región de Pomerania, en Alemania. Su vida conyugal no fue nada agradable ni, en general, sus relaciones amorosas. Así que se vengó de la forma más elegante posible, a través de sus libros y dedicándose a aquello que más le gustaba: cuidar a sus hijos, cinco; atender sus jardines y, por supuesto, escribir.
Sus libros tuvieron un éxito enorme y fueron llevados al cine en varias ocasiones. En 1944, Mr. Skeffington, de Vicent Sherman, con Bette Davis y Claude Rains. En 1935, Un abril encantado, de Harry Beaumont, y la misma obra en 1993, con Mike Nevell.
La primera de sus novelas fue Elizabeth y su jardín alemán, publicada de forma anónima en 1898. Hasta el año 1997 no salió en castellano y fue la primera de sus obras que se tradujo a nuestro idioma. Del resto de las novelas que han aparecido en castellano tenemos Vera, de 1921; Un abril encantado, de 1922; Amor, de 1925 y El señor Skeffington, de 1940. Mención aparte merece su autobiografía Todos los perros de mi vida, de 1936, en la que usa un gracioso truco narrativo, ya que, en lugar de pormenorizar su existencia a través de lugares y personas, nos ofrece unas divertidas y sagaces pinceladas a través de los perros que la acompañaron siempre. No deja de resultar irónico y, casi, despreciativo. Las mascotas fueron con ella más fieles y prudentes que las personas.
Viuda desde 1910 y con varios hijos a su cargo, Elizabeth dejó Pomerania y vivió por sus propios medios en Suiza, Inglaterra y la Riviera francesa, antes de emigrar definitivamente a los EE.UU cuando entendió la irreversibilidad de la llegada del nazismo. Se volvió a casar con John Francis Stanley Russell, el hermano mayor de Bertrand Russell, pero tampoco fue feliz con él. Parece que la felicidad conyugal y de pareja no era cosa fácil para ella. Entretanto, siguió escribiendo libros, dando una visión de la vida más dulce y también más irónica, matizada, llena de opiniones propias y de deseos de libertad. Ella misma afirma que eso, la libertad, era lo que más ansiaba y lo que más necesitaba. La escritura le confería no solo medios económicos sino libertad, capacidad de decidir y de ser independiente.
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