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Mostrando las entradas etiquetadas como Concurso de Granada

Memoria Jonda del Flamenco: el libro del centenario de Granada'22

 La conmemoración del centenario del concurso de cante jondo de Granada en 1922 dejará un interesante catálogo sobre la exposición que se realizó en el palacio de Carlos V de la Alhambra y este libro en el que se recogen 37 artículos, escritos todos ellos ex profeso y por encargo de los coordinadores Rafael Gómez Benito y Rodrigo F. Gómez Jiménez, que han hecho un gran esfuerzo recopilatorio y organizativo. Los artículos responden a los grandes apartados en los que se pretende mostrar, por un lado, la génesis del concurso, el ambiente cultural en Granada en la época, las figuras participantes o que tuvieron algo que ver con el mismo, la huella que dejó y la polémica suscitada al respecto. Una buena manera de que la conmemoración no pase de largo, porque será este libro y el catálogo los que sobrevivan a la efemérides.  Todos los artículos son importantes y sus autores gente de mérito y de sabiduría flamenca, lo que hace interesante su lectura y los distintos puntos de vista que se exhi

Fue la gloria

(Granada. Plaza de los Aljibes. Universo Lorca)  Seas de la ideología flamenca que seas (y hay varias) no puedes obviar una realidad incontestable en la que pocas veces se incide, aun siendo totalmente cierta: el balance más positivo, espectacular y verdadero del Concurso de Cante Jondo de Granada que se celebró en 1922, fue el nacimiento a la luz de los públicos de una figura que llenaría horas de flamenco a partir de entonces: Manolo Caracol. En aquel tiempo su edad lo convirtió en el Niño Caracol, pero no fue uno de esos “niños” efímeros ni tampoco de esos fandangueros similares que pueblan el devenir de este arte, sino una personalidad colosal, nada menos que el eje de una escuela de cante que perdura con total vigencia en nuestros días a través de otro genio que le dio al caracolismo “una vueltecita”: Camarón de la Isla. Dos heterodoxos.  En junio de 1922, fecha de la celebración del concurso, Caracol estaba a punto de cumplir los trece años, pues nació el 7 de julio de 1909, se

Rumor de fuente jonda: Granada en el flamenco

(Pintura: Ignacio Zuloaga) ¿Qué hacen en Granada Manuel Ángeles Ortiz, Ignacio Zuloaga, José María Rodríguez Acosta, Santiago Rusiñol, Andrés Segovia o Joaquín Turina?  ¿Qué hacen reuniéndose en el Centro Artístico y Literario de la ciudad gente como Edgar Neville, Juan Ramón Jiménez, Manuel Chaves Nogales, Ramón Gómez de la Serna o Pérez de Ayala? ¿Qué se cuece en esos largos encuentros en casa del maestro Falla, allá en el carmen de la Antequeruela Alta,  entre Lorca, Giner de los Ríos y Fernando de los Ríos?  Brujulean buscando una explicación a eso que Menéndez Pidal llamó estados de latencia. Mientras transcribía en la misma Granada romances populares llega a las ideas de tradición y latencia. La tradición es la línea que se establece desde los orígenes de cualquier fenómeno hasta el momento en que se detecta como forma de estudio. Los testigos hacen aflorar la tradición, dan fe de su existencia. Cuando la tradición está escondida eso se llama estado de latencia.  Todos estos pers

Caracol y el Concurso de Granada

El Concurso de Cante Jondo de Granada, celebrado en el mes de Junio de 1922, es, para todos los aficionados al flamenco, simplemente “el Concurso”. Todos sabemos a que nos referimos cuando usamos esa expresión. Por muchas opiniones que surjan, por mucho que se entablen debates, lo innegable es que supone un hito en el flamenco, al modo en que estos hitos van configurando el arte y la historia.  Fue un acontecimiento muy importante por diversos motivos y para Caracol significó algo definitivo: entrar por la puerta grande en el mundo profesional del flamenco. Después de obtener un premio en este Concurso, ya pudo actuar como profesional en toda regla, sin necesidad de empezar poco a poco, como otros muchos artistas, que iban en las compañías formando parte del atrás, como secundario del cante o como uno más. Se saltó el meritoriaje y se encaramó a una cima en la que se mantuvo durante cincuenta años, en todas y cada una de las formas en las que el flamenco se presenta a los público