Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Tolstói

“Anna Karénina“ de Lev N. Tolstói

Leí esta novela hace muchos años y no he vuelto a releerla completa. Solo fragmentos de vez en cuando, pasajes que me despiertan interés. Sin embargo, no he olvidado sus personajes, su trama, sus momentos cumbre, su trasfondo, su contexto, su sentido. Su espíritu. Es una obra que deja poso. Es una novela que no pasa nunca desapercibida y tiene como protagonista a una mujer poderosa y, a la vez, tan débil y desgraciada que te despierta sentimientos encontrados. Como le sucede a las otras dos grandes novelas del novecientos, Ana Ozores de La Regenta y Emma Bovary de Madame Bovary, no se trata de personas a las que haya que imitar ni admirar, porque más que otra cosa tienen grandes defectos, porque sus conductas no son nada ejemplares y porque parecen haber sido trazadas por sus mejores enemigos. Eso puede llamarse realismo. Con cierta dosis de exageración a pesar de que no se incida en este punto cuando se habla de ellos. Los hombres que las escribieron, Tolstói, Clarín y Flaubert, no da

"Anna Karénina" de Lev N. Tolstói

  Lev N. Tolstói , de familia aristócrata, nació en 1828 en la región de Tula, concretamente en Yásnaia Poliana, un lugar que llegaría a ser su paraíso en la tierra. Fue un despreocupado estudiante que nunca tituló y un artillero en el Cáucaso. Después, muy pronto, fue escritor, su mejor y mayor ocupación. Comenzó a publicar a los 24 años, no sabemos si por influencias familiares o porque su calidad fue detectada de inmediato pero no tuvo que hacer meritoriaje alguno, ni guardar cola en las antesalas de los editores. La fama le llegó de inmediato con sus primeras obras y se asentó definitivamente con "Guerra y Paz" y, sobre todo "Anna Karénina", lo que supuso para él no solo el reconocimiento social sino también una profunda crisis personal y espiritual de la que nunca salió. Desde ese momento volvió a su lugar de origen y procuró llevar una vida basada en la sencillez, la meditación y el encuentro entre los seres humanos, pero esto no debió ser suficiente. Sobr