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“Anna Karénina“ de Lev N. Tolstói



Leí esta novela hace muchos años y no he vuelto a releerla completa. Solo fragmentos de vez en cuando, pasajes que me despiertan interés. Sin embargo, no he olvidado sus personajes, su trama, sus momentos cumbre, su trasfondo, su contexto, su sentido. Su espíritu. Es una obra que deja poso. Es una novela que no pasa nunca desapercibida y tiene como protagonista a una mujer poderosa y, a la vez, tan débil y desgraciada que te despierta sentimientos encontrados. Como le sucede a las otras dos grandes novelas del novecientos, Ana Ozores de La Regenta y Emma Bovary de Madame Bovary, no se trata de personas a las que haya que imitar ni admirar, porque más que otra cosa tienen grandes defectos, porque sus conductas no son nada ejemplares y porque parecen haber sido trazadas por sus mejores enemigos. Eso puede llamarse realismo. Con cierta dosis de exageración a pesar de que no se incida en este punto cuando se habla de ellos. Los hombres que las escribieron, Tolstói, Clarín y Flaubert, no dan la impresión de poseer un conocimiento profundo de la psicología femenina y lanzan a sus protagonistas al ruedo sin mayores ayudas, dejando que se hundan solas, que naveguen solas en unos procelosos mares por los que puede hallarse de todo, y de poco bueno. Las tres se exponen a los petimetres, a los falsos enamorados, a los maridos posesivos, al aburrimiento de una sociedad que las vigila, a los miles de ojos que están siempre prestos a la hora de calificar a una mujer. Las tres buscan algo imposible de encontrar si se parte de determinadas premisas y tienen muy mala suerte. Si sus matrimonios son insatisfactorios no lo es menos la nueva situación en la que individuos muy por debajo de ellas en cuanto a carácter y fortaleza, juegan con sus sentimientos o, en el mejor de los casos, no están a la altura de las circunstancias. Como suele suceder, Ana Ozores tiene una pesada carga ideológica que ha impedido quizá su aparición frecuente en adaptaciones audiovisuales, porque Bovary circula por cines y por series con asiduidad y sobre todo Karenina, la más cinematográfica de todas, la historia mejor urdida, más compleja y más llena de peripecias. Una de las mejores cosas de la novela de Tolstói es que hay otros personajes en el argumento que tienen grandísimo interés y que, debido también a su longitud, es larguísima, hay tiempo de sobras para desarrollarlos y para que los lectores los conozcamos bien. Aparte de Vronski, para quien el conocer a Anna es un verdadero contratiempo que no le trae más que sinsabores, ahí están Levin y Kitty, una pareja que ofrece un mundo entero por descubrir y que, para muchos lectores, son más agradables que la protagonista. La trama familiar de la propia Anna y su relación con su hermano o su cuñada están admirablemente trazadas y lo mismo el retrato de los diversos mundos que la novela presenta, la aristocracia, el mundo rural, los militares, la judicatura, los funcionarios... Anna Karenina es una novela perfecta. Pero a veces la perfección llega a cansar. 

Anna Karénina

Lev N. Tolstói

Traducción e introducción: Víctor Gallego Ballestero


Clásicos Minus, editorial Alba, decimotercera edición enero 2024

Páginas: 1008

. Novela en ocho partes

Premio de traducción La Literatura Rusa en España 2012.

Premio Internacional Read Rusia 2012 a la mejor traducción de un clásico del siglo XIX.

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