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Mostrando entradas de marzo, 2022

Los libros de marzo 2022

  El mes de marzo me ha traído siete lecturas interesantes y alguna más que no me ha llegado a gustar por lo que no las menciono. Ya sabéis que las críticas negativas no suelo hacerlas. Prefiero resaltar lo que me gusta.  *Protege a tus hijas , de Diana Tutton, editado por la editorial Alba en su colección Rara Avis. Intrigante, dura, desasosegante, difícil.  *Las costumbres nacionales, de Edith Wharton, editado también por la editorial Alba. Una de las genialidades de la escritora, llena de matices.  * Lo que quiero decir , de Joan Didion, prólogo de Elvira Navarro, editado por Random House Mondadori. Especie de ensayo biográfico muy interesante.  *La muerte llega a Pemberley, de P. D. James, editado por Bruguera. Una recreación bien hecha de una aventura a partir de "Orgullo y prejuicio". *La anciana señora Webster , de Caroline Blackwood, de Alba Editorial, colección Rara Avis. Raro, encantador, complicado, oscuro y, a la vez, brillante.  * Ética para valientes , de Davi

Aprender a informarse

Una de las cuestiones más complejas de la escuela actual es discernir qué conocimientos deben adquirir los estudiantes. Dado que el arsenal de cosas sabidas es tan inmenso, parece imposible que la institución escolar las abarque. De manera que los profesores se encuentran con el reto de enseñar no ya todos los contenidos relevantes, sino la fórmula para buscarlos, encontrarlos y utilizarlos. Esto es lo que llamamos, por un lado “aprender a aprender”, y, por otro, “sociedad de la información”.   Resulta, sin embargo, que el problema se complica cuando vemos, a poco que hagamos una búsqueda sencilla en Google, que cualquier concepto, hecho o circunstancia da lugar a una cantidad tan ingente de datos que, para seleccionar los verdaderos y los adecuados, precisamos estar previamente formados.  Los estudiantes se encuentran, en cada uno de los momentos de su vida escolar, con dos clases de contenidos: los que puede llegar a aprender y memorizar y aquellos otros, infinitos, que no logrará

Equidad y excelencia

“No sólo son excelentes aquellos que obtienen óptimos resultados sino muy especialmente quienes consiguen progresar desde circunstancias menos ventajosas, en ocasiones con problemas familiares, aprietos económicos o dificultades de aprendizaje” Estas palabras no han sido dichas por un experto en educación sino por un joven estudiante de primero de carrera, precisamente con ocasión de recibir un premio a la excelencia por su trayectoria de bachillerato. Francisco Tomás y Valiente puso el dedo en la llaga. Sus palabras han inundado el espacio virtual y llaman a la reflexión.  La equidad y la excelencia parecen conceptos contrapuestos. Siendo así, parece que el sistema educativo debe elegir entre una u otra. Equidad o excelencia se convierten en apuestas ideológicas. Según esto, la derecha optaría por la excelencia y la izquierda por la equidad. A mi juicio esto es un punto de partida equivocado, y por eso el estudiante premiado, que lo ha entendido a la perfección, ha hecho bien en ac

Alertas ante el acoso escolar

(Foto: Vivian Maier) Los centros educativos tienen que tener activado siempre el protocolo para supuestos casos de acoso escolar. En Andalucía existe dicho protocolo y los centros únicamente tienen que cumplirlo. Algunas condiciones hay que tener en cuenta para ello porque se trata de detectar y confirmar el acoso, no de crear suspicacias ni falsos culpables.  Por eso, seguir lo que se marca en cuanto a las actuaciones es imprescindible. La alerta ante un posible caso de acoso puede llegar de diferentes formas. La observación de la dinámica de las clases, una denuncia de un estudiante, una situación de aislamiento o marginación que pueda darnos pistas, la vigilancia del recreo, las aportaciones de los padres que ven en sus hijos cambio de conductas….cualquier cosa sirve para activar las alarmas.  Poner en práctica el protocolo ha de ser inmediato. No vale dejarse guiar de la intuición del profesor o el director. Este es un problema complejo que necesita una actuación estructurada y ráp

Rumor de fuente jonda: Granada en el flamenco

(Pintura: Ignacio Zuloaga) ¿Qué hacen en Granada Manuel Ángeles Ortiz, Ignacio Zuloaga, José María Rodríguez Acosta, Santiago Rusiñol, Andrés Segovia o Joaquín Turina?  ¿Qué hacen reuniéndose en el Centro Artístico y Literario de la ciudad gente como Edgar Neville, Juan Ramón Jiménez, Manuel Chaves Nogales, Ramón Gómez de la Serna o Pérez de Ayala? ¿Qué se cuece en esos largos encuentros en casa del maestro Falla, allá en el carmen de la Antequeruela Alta,  entre Lorca, Giner de los Ríos y Fernando de los Ríos?  Brujulean buscando una explicación a eso que Menéndez Pidal llamó estados de latencia. Mientras transcribía en la misma Granada romances populares llega a las ideas de tradición y latencia. La tradición es la línea que se establece desde los orígenes de cualquier fenómeno hasta el momento en que se detecta como forma de estudio. Los testigos hacen aflorar la tradición, dan fe de su existencia. Cuando la tradición está escondida eso se llama estado de latencia.  Todos estos pers

¿Qué podemos aprender de Finlandia?

El sistema educativo finlandés despierta la admiración y hasta la envidia de todos aquellos que nos dedicamos a enseñar. Sus buenos resultados a nivel internacional nos indican que las cosas en ese país se están haciendo bien. En esos resultados no solamente importa que estén en los primeros puestos de las evaluaciones internacionales, sino que los logros sean aplicables a cualquier escuela finlandesa y que los alumnos finlandeses no estén afectados por los síndromes de ansiedad y estrés que son observables en otros países que están desarrollando un sistema basado en la competitividad y el esfuerzo sobrehumano del alumno o el gasto de la familia en profesores particulares. Lo primero que observas al entrar en una escuela finlandesa, ya sea una de preprimaria, básica o secundaria, es que los alumnos parecen felices . Se mueven con tranquilidad por los pasillos, dejan sus bicicletas en la puerta sin atar con candados, van a la biblioteca y allí buscan en los libros situados en estanter

Ni una sola palabra hablaba de amor

Leí "Suite Francesa" el año que se publicó en España, 2004. Pero antes había leído "El baile", esa novelita que tiene tanto del estilo Nèmirovsky. Cuando la "Suite" arrastró a tantos lectores yo ya estaba sobre la pista de esta escritora. Después de eso, los títulos que puntualmente ha ido sacando Salamandra han llegado a mis manos, los he leído y, aunque son irregulares, como corresponde a toda recuperación póstuma de un autor, me revelaron el talento y la brillantez de alguien que tenía una mirada especial, que es lo que distingue, para mí, a los narradores de verdad.  En 2014 se rodó la versión cinematográfica de la obra, dirigida por Saul Dibb. Diré que es la primera. Estoy segura de que "Suite Francesa" será un título que volverá de alguna forma a ser plasmado en el cine. El caso es que la visión de la película perturba. Genera una angustia que cuesta trabajo digerir y una tristeza que se expande más allá del metraje. Mi madre dirí

"El asesinato de mi tía" de Richard Hull

Nada es lo que parece. Si eres uno de esos lectores curiosos que sucumben a la tentación de darse una vueltecita por las últimas páginas antes de terminar...no lo hagas. Te perderías lo mejor. Las vueltas de tuerca de Henry James son pecata minuta comparada con estas.  Y, además, intenta leer este libro en un mal momento. Un día terrible en el trabajo, o un día terrible porque no tienes trabajo. O cuando tu pareja te ignore. Incluso en las crisis existenciales de esas que vienen con la primavera. Cuando te duela la espalda. Un día de furia. Justo antes de hacer la declaración de la renta. Un día en el que necesites una ducha de risas, nada de sonrisas insinuantes, sino risas en toda su plenitud, carcajadas, risotadas, dolor de estómago de reírte.  Este libro es un antídoto contra el mal rollo y precisa, por ello, leerlo en su orden, sin saltarse páginas y sin avanzar resultados. Porque nada es lo que parece, ya lo he dicho. Y porque todas y cada una de sus palabras han de

Preciosas telas y guantes de boxeo: Paul Gallico y la señora Harris

  (Paul Gallico en su lugar de trabajo. Autor desconocido) Hay veces en que la vida de los escritores es más apasionante incluso que los libros que escriben. Y eso que Paul Gallico tienen en su haber una novela del género de catástrofes que dio lugar a una película famosísima, que hizo furor en su época y sigue conservando ciertos valores, muy al estilo del cine de los años setenta. Se trata de La aventura del Poseidón que seguramente habrás podido ver en alguno de sus pases televisivos. Esa faceta de novelista se combinó con la de periodista deportivo, guionista y escritor de literatura infantil. Hasta organizó un concurso en el que el premio eran unos guantes de boxeo. No fue esa la única película inspirada en un texto suyo. Su relato The Man Who Hated People (1950), se convirtió en un libro llamado Love of Seven Dolls ( 1954) y dio lugar a la película Lili (1953) y al musical Carnival (1961).  Gallico , nacido en Nueva York en 1897,  se había graduado en la universidad de Colum

La tarde es un dorado arcoiris

  De pronto el agua se ha dorado. La lluvia ha convertido en fuego los altos edificios, el suelo de la plaza, las copas de los árboles, el aire de las pérgolas. No hay vientos. La calma se ha traducido en un noble silencio, en un majestuoso compás de espera por si la lluvia acaba y el sol abraza el cielo. Pero no. Ambos, la lluvia y el sol, han elevado su competición al máximo, se han empeñado en permanecer firmes y sin dudas, no se marchan, se quedan. Y entonces, el milagro. Un doble arcoiris prodigioso ha teñido de oro el horizonte. Sus colores se han diluido en el gris permanente de las nubes y ahí está, prestando su misterio a la tarde que cae. 

Absoluto fulgor

  "Y todo lo que existe en esta hora de absoluto fulgor se abrasa, arde contigo, cuerpo, en la incendiada boca de la noche" (José Ángel Valente, 1929-2000) Habrá un amanecer de sábanas revueltas, de olor a café fuerte en la cocina. Un aire clandestino cruzará nuestro cuarto y sabremos que el fuego se enciende sin permiso.  Te asomarás desnudo a la ventana y en tu espalda escribiré la historia de un tiempo inesperado que se ha clavado lento entre mis ojos. El arco de tus brazos será sombra y aliviará una lágrima que no supo perderse.  Y no habrá más miradas oscuras, sino ese batallón de claridades que precede a la lucha de los cuerpos. Y no habrá hielo, paréntesis de nieve o frío silencio cósmico, sino el anuncio de ese ardor en la sangre que despierta sin tregua.  Así tendremos, en el hoy sumergidos, un motivo constante para no odiar los sueños y abriremos por fin el recipiente en que guardamos intacta la esperanza.  Pronunciaré tu nombre sin olvidar sus letras, sin o

"La Regenta" de Leopoldo Alas "Clarín"

  Tengo por ahí "La Regenta", la novela de Leopoldo Alas "Clarín" ,  en una edición preciosa encuadernada en piel de color rojo, pero que debí devolver en su día a la amiga de la facultad que me la prestó. Creo que es el único caso en que no he devuelto un libro aunque esto no debe ser visto como un mérito porque también es el único caso en que he pedido un libro prestado. El caso es que esta edición de Alba Clásica Maior tiene la belleza de los libros de esta editorial.  "La Regenta" es una gran novela. Siempre que voy a Oviedo pienso en ella y en la forma en que la ciudad muestra allí su peor cara, quizá por eso fue tan mal aceptada y tuvo que imprimirse en Barcelona. El cielo gris representa la opresión de una sociedad que tenía tasadas sus aspiraciones y que había repartido los papeles de una forma o de otra. Sus personajes, tan reales, tienen carne, son de verdad. Y, por eso mismo, terribles.  Ninguno de esos personajes es un ejemplo de nada, ninguno