Cuando la crítica hace el ganso

 /La campiña inglesa, ese paisaje tan austeniano e idílico/

"Jane Austen y los gansos" es uno de los ensayos que escribió Virginia Woolf y que forman parte del conjunto de sus ensayos literarios, de tanto interés para escritores y lectores en general. En ese texto arremete contra la insulsa crítica que ha puesto verde a Jane Austen aludiendo tonterías y absurdeces nunca probadas, como si todo lo importante fuera poner de manifiesto que para nada Austen debería estar en ninguna galería literaria. Una falta de respeto total preside esas críticas y Woolf lo pone de manifiesto. Los gansos de los que habla no son animales sino críticos mal intencionados, gente que habla con poco conocimiento y con muy mala intención. A todas las críticas que se le hacen a Austen en el tiempo de Virginia o anteriormente ella responde con atención pero, desde luego, ninguna crítica más acerada que la que dice que la pobre Jane, recluida según ellos en lo más recóndito de la campiña inglesa, no tenía ni capacidad ni conocimiento para escribir de la gran Inglaterra, de la alta Inglaterra, ni de Inglaterra simplemente. Los gansos anónimos que critican a Austen, a juicio de la señora Woolf, la consideran una pobre mujer, de vida insulsa, de pensamiento anodino y que no tuvo más ocurrencia que entretener los huecos entre el trabajo doméstico y el cuidado parental, en escribir hojitas con historias pamplinosas que a nadie interesan, salvo a mujeres como ella, también poco versadas en todo y poco especialistas en nada. Si ni siquiera salió de Inglaterra, parecen decir los gansos con su voz chirriante. Si ni se casó ni conoció la maternidad, ni se acercó a la aristocracia, ni estaba enterada del mundo de las guerras, las luchas y la política. De qué diantres podría hablar esa señora? De clérigos? De cosechas del huerto? De bailes y vestidos? De amoríos tras los visillos? Encima, aseveran, ni siquiera era una lectora avanzada, más bien se entretenía con sermones y novelitas góticas. Los gansos no escatiman insultos en forma de críticas retorcidas y vanas. Más les valdría tener en cuenta lo que afirma Woolf al final del ensayo: "De Jane Austen hemos de recordar que escribió novelas. Valdría la pena que sus críticos literarios las leyeran alguna vez".