"Asesinato en el Richelieu" de Anita Blackmon
El "desenfrenado derramiento de sangre" parece que no casa bien con la tranquila solidez del Richeliu, el templo de los jubilados y de las labores de aguja. Pero ahí suceden cosas, como diría en cursiva la señorita Marple. Aquí no está ella pero sí Adelaide Adams, soltera, a quien no se le suele pasar nada. Precisamente el libro empieza mientras ella está tejiendo en el vestíbulo una mañana.
Dedicado a su madre, este libro, una de las dos únicas novelas de esta escritora de relatos que primero fue profesora, la cosa se inicia con el plano de la planta baja del hotel Richelieu, costumbre esta de Agatha Christie, que viene a expresarnos lo importante de los espacios en la trama y la voluntad de la escritora de que no se nos escape nada. Anita Blackmon tiene un impecable sentido del humor, una ironía fina y dispuesta a desguazar todo lo que se ponga por delante, incluso a reírse de sí misma. Son crímenes aderezados por abiertas carcajadas. Crímenes casi domésticos en los que las pistas han de estudiarse con detenimiento porque puede haber errores si una se fía de las apariencias. Esta detective tan especial, la señora Adams, sabe el valor de la conversación y de la observación para resolver cualquier intriga y está claro que va a ponerlas en práctica.
Blackmon nació en Augusta, en 1892 y murió en Little Rock en 1943. Sus relatos cortos los publicó en revistas y solo una de sus novelas está en español, precisamente esta. Falta a ver si la editorial se anima a publicar "The Riddle of The Dead Cats", de 1938, un año después que la que comentamos.
Asesinato en el Richeliu
Anita Blackmon
Editorial Siruela, 2023, colección Libros del Tiempo
Traducción de Pablo González-Nuevo
280 páginas
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