La herencia de los Knight
(Vista actual de Godmersham)
Fue Edward Austen-Knight, el hermano de Jane Austen, quien, al ser adoptado por los ricos Knight, puso a Jane y a su familia en la órbita de una clase social poseedora de tierras y capital. Cuando se casó estuvo viviendo en Kent, en una elegante mansión llamada Rowling, pero más tarde recibe Godmersham Park, la casa solariega de los Knight, que llega a su poder cuando muere su tío adoptivo y su tía, la viuda, se la cede a cambio de una renta de dos mil libras al año. Estaba a doce kilómetros de Canterbury y era una hermosa casa, hecha según los cánones de la arquitectura palladiana, con interiores blancos y diáfanos, rodeada de una considerable extensión de césped y, más allá, de una zona boscosa llena de carreteras y veredas. Tenía campos de juego, una colina, un arroyo y una excelente biblioteca, con un nutrido catálogo que aún se conserva.
Además de todo esto, en Godmersham Park, donde vive Edward con su esposa e hijos desde 1798, había siempre mucha gente. La familia de Elizabeth, la esposa, de soltera Bridges, eran diez hermanos y ella misma tuvo un montón de hijos, El trasiego de personas era constante y los juegos llenaban las habitaciones y los exteriores cercanos. A Jane le gustaban la casa y le caían bien sus habitantes, salvando que consideraba a los niños bastante maleducados, pero sobre todo era feliz con poder usar casi para ella sola la enorme y bien dotada biblioteca, y por tener una habitación que no compartía con nadie a la hora de dormir. Esto lo relató muchas veces en sus cartas, así como su adoración por Fanny, la sobrina mayor, con la que compartía inquietudes literarias.
Sin embargo, en las familias a veces no es oro todo lo que reluce. Una de las pocas historias familiares que surgen en sus cartas es la que se refiere a esa herencia. Así lo explica en una carta dirigida a Cassandra y escrita los días 8 y 9 de enero de 1799. La carta tiene su origen en Steventon y su destino precisamente en Godmersham, donde está su hermana pasando temporadas. Parece ser que, para no ser demasiado gravosas y para repartirse el cuidado y ayuda a sus padres, ellas nunca coincidían en estar fuera a la vez. Y en ocasiones se movían por obligación, ella misma dice estar harta de tener que ir de un lado a otro sin ganas. En esa carta habla de un posible baile en Kempshott, para el que le ha conseguido invitación a su hermano Charles, que llega con un permiso y aclara que ella llevará un sombrero al estilo oriental, de esos que estaban de moda y se llamaban "de mameluco".
Es en esa carta donde hace mención de la herencia de los Knight. Creo que a ella nunca le gustó el papel de pariente pobre. Y dice:
La cesión de la finca de Godmersham a Edward por parte de la señora Knight no ha sido, después de todo, un acto de generosidad tan grande como parece, pues se ha reservado una renta para ella; esto debería saberse para que su conducta no sea sobrestimada. Creo más bien que, entre ambos, es Edward quien demuestra mayor magnanimidad al aceptar su renuncia con tantos gravámenes"
La renta vitalicia de dos mil libras al año que se había reservado la señora Knight obligaba a Edward a controlar la producción de la finca y suponía una cantidad enorme. La adopción de Edward por los señores Knight podía entenderse como una bendición para todos ellos porque le permitió ayudar a sus hermanas y a su madre, pero también tenía aspectos negativos, uno de ellos es esa diferencia de estatus económico que marcaba entre él y sus hermanos. No llegan noticias a nosotros de que esto supusiera problemas fraternales pero en caso de que los hubiera no habrían trascendido, con esa poda implacable que hizo Cassandra Austen de las cartas de Jane.
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