Ni Jean Harlow, ni Norma Jean: Jane Austen
(Película dirigida por Julian Jarrold, 2007)
Bellísima y con este inadecuado vestido rojo que Jane Austen nunca usaría, Anne Hathaway es la joven Jane en una película de 2007. Por desgracia, la escritora no tuvo un retrato a su altura que nos permita conocer de verdad cómo era su apariencia. Su hermana Cassandra la pintó someramente y, desde luego, carecemos de la imagen que nos mostrara de forma definitiva lo que algunos dijeron de ella: su rostro agradable, sus facciones correctas, su altura y buena figura, su pelo oscuro y ensortijado. Lo que tenemos es poca cosa y por eso sus lectoras vamos más allá de lo concreto y la imaginamos en cualquier de las bellas actrices que han interpretado a sus heroínas o a ella misma.
El otro día alguien escribió por error Jean Austen. Me dio que pensar, me vinieron a la cabeza otras famosas Jean y di en cavilar sobre lo diferente que suena todo cambiando esas dos letras de lugar en su nombre. Dos letras dan para mucho. Pensé en Jean Harlow, famosísima en su tiempo, una vampiresa tierna, una actriz muy renombrada que hoy está un poco en ese olvido fascinante de lo clásico que ya nos resulta un poquito antiguo. Pensé también en la Norma Jean que existió antes del mito y en su sonrisa aún palpable antes de las luces de neón y los elogios. Una tristeza la rodea siempre y aunque su nombre es sinónimo de glamour y de atractivo algo parecido a la compasión nos hace pensar en ella como una especie de víctima de su propia belleza. Por último, reparé en que dentro de dos años, en 2025, se cumplirá un aniversario de esos redondos que nos sirven para actualizar a los mitos del pasado. Jane Austen cumplirá 250 años desde que nació, en 1775, en Steventon, Hampshire, Inglaterra. Y me vino a la cabeza la idea cierta de que ella, en realidad, es la más vigente de las tres, la más actual, la que nos cuenta las cosas que nunca perderán su valor porque forman parte de la naturaleza humana, que observó y que llevó al papel en sus novelas. Una enorme compensación al hecho de que no conozcamos su verdadero rostro aunque sí su interior, lo que, en definitiva, solo se ve con el corazón porque es lo esencial. Lo dijo un francés y ellos saben mucho de mujeres.
(Marilyn Monroe, Norma Jeane Mortenson; Los Ángeles, 1 de junio de 1926-Los Ángeles, 4 de agosto de 1962)
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