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¿Por qué hay que leer a Edna O´Brien?


Edna O´Brien (1930, Tuamgraney, condado de Clare, Irlanda) es la autora viva más imprescindible de leer en estos momentos. Su obra publicada en castellano constituye un conjunto de libros que, bien organizados en su itinerario lógico, suponen no solo una fuente de placer lector, sino también un modo de comprender la evolución de las mujeres en entornos claustrofóbicos de costumbres y relaciones, así como una mirada única e irrepetible acerca del universo femenino, sin fronteras de tiempos, edades y clases. Por eso es la autora que más y mejor puede ponernos en contacto con la realidad de una sociedad que ha ido modificando su conducta general desde los años cincuenta del siglo XX hasta ahora. Edna O´Brien es, también, la prueba palpable de cómo la literatura puede salvar al individuo. Una salvación que abarca múltiples aspectos. Desde conocerse a sí misma y saber qué se desea y cómo puede lograrse, hasta saltar por encima de convenciones ampliamente asumidas, superar el rechazo familiar o luchar por defender el talento que, en este caso, era el de la escritura. No resulta fácil, y menos aún resultaba sencillo en los años cincuenta, negarse a seguir un itinerario preestablecido de antemano que abocaba a la subsistencia y a la mera repetición de los roles que el ambiente definía. No resultaba fácil huir del peso de las tradiciones, las creencias o las costumbres. Ni de la omnipresencia de elementos familiares que podían hacerte sentir una traidora a los tuyos. Edna O´Brien no solo sorteó a modo personal todos estos escollos sino que hizo que sus protagonistas, sobre todo los de su rompedora trilogía "Las chicas de campo", dieran también el mismo salto mortal para caer en un vacío elegido libremente. La contrapartida entre libertad o falsa seguridad está presente en toda su obra. Y la necesidad de elegir comporta, como no puede ser de otro modo, la asunción de responsabilidades sobre una misma y su destino. 

La literatura irlandesa es un riquísimo vivero lleno de ejemplos maravillosos. Dentro de ese conjunto Edna O´Brien tiene su propia luz, su propio sentido, su propia manera de ver y de representar, por medio de la palabra, los universos propios y extraños. En su obra hay que seguir un cierto orden lector, porque ello puede aportarnos más claves y más conocimiento: "Las chicas de campo", "La chica de ojos verdes", "Chicas felizmente casadas", son su trilogía inicial (publicada por Errata Naturae), la que comienza a publicar y a escribir en los años cincuenta. Transgresoras, duras, difíciles, tiernas, complejas, entregadas, generosas, trágicas a veces, cómicas también, sus protagonistas Caitleen y Baba tienen toda la fuerza de la autora y son, cada una de ellas, complementaria a la otra, como dos caras de una misma moneda. La dura reacción con la que fue recibida su obra en su tierra natal, con quema de ejemplares incluida, nos da buena cuenta de la dificultad de publicar acerca de lo que se tiene tan a mano y que te provoca unas reacciones tan adversas. Esa forma de espantar sus visiones más terribles de la mano de la literatura es la prueba directa de la unión, de la mezcla, de los lazos que, en Edna O´Brien, unen su vida y su obra. 

Porque no se trata de convertir en literatura la historia de su tiempo sino de ver cómo el telón de fondo influía en la vida de las personas, en concreto, en la vida de unas muchachas que, como ella, solo buscaban cierta clase de felicidad que se antojaba imposible y llena de aristas. 

Los cuentos incluidos en "Objeto de amor" (editorial Lumen) una preciosísima recopilación de historias cortas, cada una de ellas llena de sentido y de belleza, son el siguiente paso para la comprensión literaria de Edna O´Brien. Sus múltiples temas convergen en una forma de narrar directa, concisa pero, a la vez, detallista en lo emocional y llenan de imágenes que evocan  lo que no pudo ser y lo que nunca será. Imaginación pegada a la verdad, como suele ocurrir con las grandes obras literarias. Estos cuentos son menos conocidos pero su lectura resulta crucial para hacerse cargo de algunos aspectos de su vida y su obra que se manifiestan aquí a modo de juego, como si hubiera otra forma de expresarlo. Además de los cuentos aquí incluidos, hay otra edición de dos relatos largos, "Noche" y "Agosto es un mes diabólico" (ediciones DeBolsillo) en los que la sexualidad, la fuerza de la intuición y de los instintos nos traen reminiscencias de D. H. Lawrence. 

Después de eso hay un par de libros que, con temáticas diferentes, mantienen siempre la llama de la reivindicación de la libertad frente a las imposiciones ajenas. De un modo o de otro esto ocurre en ambos, "Un lugar pagano", reminiscencias de su propio origen, y "Las sillitas rojas", donde vuelve la vista a una historia que contiene todos los elementos mágicos de su propia tierra. Ambos libros han sido publicados, al igual que su trilogía, por la editorial Errata Naturae. 

Por último, no te puedes perder sus Memorias, tituladas así "Chica de campo" a la que llegas ya con un cierto bagaje si has leído sus libros y que te explican y recuerdan, a modo de mosaico completo, todo lo que has podido encajar en sus lecturas. Resulta una narración vibrante, entretenida, llena de fuerza, porque la vida de Edna O´Brien no desmerece lo que cuenta en su ficción, antes al contrario. Son Memorias en las que verás aparecer a personajes que no esperabas y que mantienen un suspense muy especial por la forma en la que ella narra los acontecimientos, sin excusas y sin esconderse. Y no es fácil, en el recuento de una vida, ser capaz de asumirlo todo.  Su publicación también corresponde a Errata Naturae. 

A Edna O´Brien hay que conocerla por muchas razones. Estas son algunas de ellas: Porque no es posible entender la evolución de las mujeres desde la mitad del siglo XX sin conocer su obra y sus connotaciones. Porque su forma de narrar es un toque de atención para que miremos en cierta dirección que, quizá, se nos había escapado. Porque la belleza de su estilo, es conmovedor y, al tiempo, potente. Porque Irlanda y sus contradicciones son un telón de fondo que no se puede dejar se conocer. Porque nos vamos a identificar con los sentimientos intemporales de sus protagonistas, todas ellas mujeres que pretenden encontrar algo que ni siquiera saben si existe. Porque es la vida misma. 

(Los múltiples enlaces del texto conducen a entradas de este blog dedicadas a Edna O´Brien)

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