The Idea of You: cuarenta y veinticuatro


Lo clásico y lo que no llama la atención es que haya un romance entre un hombre mayor y una chica muy joven. El hombre mayor puede tener hasta noventa años, no hay límites. Pero es menos frecuente en la vida y en el cine que la cosa sea exactamente al revés. Mujer mayor y hombre muy joven. Aunque ni siquiera pueda hablarse de una mujer mayor sino de una diferencia de edad sustanciosa, esto no se asimila todavía, no se comprende y se critica. Hay un curioso feminismo mediante el cual las mujeres están obligadas a ser siempre jóvenes o a parecerlos y para ello cuentan con el concurso inmediato de las cirugías, los bótox y demás adminículos que te convierten en un remedo de tu nieta. Cuando la mujer es mayor que el hombre siempre parece estar en la cuerda floja, siempre se puede uno imaginar que todo saltará por los aires e, incluso, que es algo ridículo y sin sentido. Pensar así dice poco de la capacidad de los hombres de entregarse por amor y que este sea verdadero y no sujeto meramente al físico. Pero ese es el panorama. 

Sin embargo, Anne Hathaway, que tiene cuarenta y un años, acaba de estrenar una película en la que mantiene un espectacular romance, dicho en el mejor sentido, con un joven de veinticuatro. Al margen del detalle de la historia, que es encantadora, lo que mejor suena de todo es la química que desprende la pareja. Te crees a pies juntillas lo que ambos están transmitiendo porque resulta que es natural, lógico y no debería llamar a asombro, que en el amor no haya edad. Hasta que no nos metamos esto en la cabeza no vamos a lograr una verdadera igualdad entre los hombres y las mujeres. Igualdad de derechos en cuanto a la posibilidad, capacidad y derecho a enamorarse en cualquier momento de su vida. No hay desechables ni invisibles. Solo hay química, pasión, emociones, sentimientos. Amor, en suma. Y aquí se observa simplemente mirando a la pantalla. 

Pero es que, además, la película tiene un rollo muy bueno. El argumento lo permite. Anna (Solène) y el protagonista, Nicholas Galitzine en el papel de Hayes Campbell, el guapísimo y talentoso líder de una banda musical que arrasa entre los jóvenes, se conocen nada menos que en Coachella, el invento musical californiano que concita a miles de chicos para escuchar a sus ídolos. Allí, acompañando a su hija, de diecisiete años, Isabelle, Izzy, está Solène, con una minifalda despampanante que recuerda el look sesentero de Jane Birkin. El desfile de moda está asegurado con una Anne increíblemente guapa y unos atuendos y complementos como para pedirlos todos. Como esta camisa Tye-dye genial. 

La película es divertida, esperanzadora y tiene su dosis de reivindicación. Y el chico es un bombón. 



En la premier lucían así. Anne Hathaway es la reina de la comedia romántica y está bien que en esta vaya con su edad y se deje de arreglos absurdos que te destrozan la cara y la imagen. A Nicholas conviene seguirlo en su trayectoria. Tiene un carisma increíble. Y la moraleja: todo el amor, siempre por amor. 

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