Diez libros que te dejarán huella

 

¿Quién puede negar que la mayoría de los libros nos dejan huella? Para bien o para mal, la lectura es una ventana al exterior tanto como al interior de cada uno. Nunca eres la misma persona después de leer un libro, sobre todo después de esa lectura consciente, la que más te  hace pensar, divertirte o enriquecerte. Leer es un placer, ante todo. Y luego, un aprendizaje. Estos diez libros que dejan huella están elegidos a mi criterio. Unas memorias, un ensayo, ocho novelas. Sin pretenderlo, han salido paritarios, cinco hombres y cinco mujeres, pero no ha sido nada predeterminado. Otros muchísimos libros nos dejan huella pero esta pequeña muestra quizá puedas compartirla. 

La caja negra es un auténtico mazazo, una sorpresa mayúscula, un desenlace inesperado y, por tanto, un toque de atención. Stoner es el clásico de la literatura profesoral, la que muestra la existencia de un ser humano como tantos otros, sin nada extraordinario y cuya intención puede reflejarse en la primera frase. Por su parte, Nudos de vida te trae pequeñas píldoras de pensamientos que puedes contrastar con el tuyo propio de manera natural, en la seguridad de que esa confrontación va producirte alguna convulsión. Lo que de Concha Méndez y su entorno familiar y literario cuenta su hija es una gota más en el conocimiento de una generación que pareció perderlo todo pero cuya recuperación nos aporta el testigo de lo que sucedió cuando nada parecía suceder. La hoguera de las navidades presentó en sociedad a su autor y es una de las grandes novelas de Nueva York. 

El corazón es un cazador solitario es tanto un clásico de la literatura contemporánea, como una rara avis en lo que se refiere a la narrativa desde el punto de vista femenino. Y en ese terreno está La señora Dalloway, una preciosa joya indiscutible y también la primera novela que publicó Iris Murdoch, Bajo la red. 

Por último, La inquilina de Wildfell Hall es una excepcional muestra de lo visionaria y precursora que resulta la menos conocida de los Brontë y Todo lo que hay presenta a James Salter, imprescindible narrador, uno de los nombres más interesantes de la literatura contemporánea.