"Esta casa huele a gloria"
Nuestros alumnos están oyendo hablar estos días de que el flamenco es ya cosa universal. No entienden muy bien qué significa esto, como tampoco lo entienden muchos mayores. En todo caso, bien vale esta excusa para recordarnos a nosotros mismos la riqueza artística que encierra el flamenco y que, por desgracia, aprovechamos muy poco en las escuelas. Desde hace más de veinte años hay profesores y maestros que intentan trasladar a sus aulas algo de la grandeza del flamenco y lo hacen a través de la poesía, de la expresión plástica, de la música, de la geografía o la historia.
Como acaba de decir el poeta Luis Alberto de Cuenca en su discurso de entrada en la RAE, la geografía y la historia son las primeras bases sobre las que todo se asienta y no es posible enhebrar conocimiento alguno sin ellas. Trazamos en nuestra mente una línea del tiempo y, sobre esa línea, cualquier mente bien ordenada (y aquí recuerdo a Edgar Morin, en su clarividente libro sobre educación que me regaló hace unos años nuestra querida Isabel Álvarez), sabe que tiene que colocar los acontecimientos históricos más relevantes.
Lo mismo ocurre con el flamenco: a partir de su trazado histórico, que se superpone a la historia general y que no pueden entenderse por separado, el flamenco ha ido creando un legado artístico gracias a las creaciones individuales que los hombres y mujeres han ido dejando. Exactamente igual que ocurre con la Literatura o con cualquier manifestación artística. Porque el flamenco no es una música popular, ni folklórica, sino individual y de creación.
Hay muchas formas de acercamiento al flamenco y todas son positivas y posibles. En el marco de nuestra tarea de llevar a los niños y jóvenes el amor por la palabra, bien podíamos realizar este acercamiento tomando como punto de partida el universo de la copla flamenca, así como toda aquella manifestación poética e, incluso, narrativa, que bebe de las estructuras flamencas. Yo iniciaría a los alumnos en la copla flamenca tomando, primero, todas esas letras tradicionales que pasan de generación en generación y que se han ido modificando con el tiempo. Letras de soleares, de seguiriyas, de fandangos, de tangos, de alegrías... Letras flamencas que el alumno puede conocer, recitar, escuchar en la voz de los artistas. Acervo tradicional para una música contemporánea.
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