"La chica" de Edna O'Brien
"La chica" se publicó en 2019 y lo leí de inmediato. Pero no he podido escribir sobre él. Hasta ahora y haciendo un gran esfuerzo. Eso se debe a que el tema no es una invención sino que se basa en un hecho tan real, como dramático. Es cierto que sus libros sobre las chicas en Irlanda y su propia biografía también ocurrieron en realidad. Pero no son comparables al dolor que se trasluce aquí, en su última novela "La chica", ambientada en Nigeria y en la desgracia de las adolescentes raptadas y salvadas sin salvación.
Si la escritura de Edna O'Brien fuera menos brillante, menos cálida, menos acertada, menos emotiva, podrías salvaguardarte a ti misma a la hora de leerla. Pero no se puede evitar sentir que estás allí y que tú misma contemplas el destino cruel que tienen reservado las muchachas raptadas incluso cuando pueden volver con los suyos, que apenas las reconocen, que apenas las sienten ya como parte de su comunidad. Es un doble dolor, una doble humillación, una doble derrote. Qué esfuerzos hace la escritora para que el libro no se derrumbe de pena y se quede en solo una lamentación...Y qué esfuerzos hacemos al leerlo, nosotras, al notar a flor de piel la tristeza de quienes han tenido la mala suerte de nacer donde han nacido y de estar al albur de las peores circunstancias.
Con ochenta y seis años, Edna viajó a Nigeria para conocer de cerca el drama de las chicas raptadas y violadas por Boko Haram. No le bastaron las noticias de los medios, sino que se adentró en el territorio y conoció a fondo lo que suponía para esas chicas volver a casa. A menudo cargadas de vergüenza, con niños que habían dado a luz en condiciones pésimas, con padres de esos hijos que las habían abusado y abandonado. Cuesta imaginar más horror en estas chicas que son las que aborda Edna en su itinerario de sacar a la luz todo lo que hace que las muchachas en flor, en la mejor época de la vida, se conviertan en víctimas inocentes.
A la vuelta del viaje escribió su libro y en 2019 se publicó por la editorial Lumen, que había sacado ya a la luz un interesante libro de cuentos "Objeto de amor". De esta forma parece cerrarse un círculo que comenzó en los años sesenta, cuando, sacando tiempo de donde no lo tenía escribió "Las chicas de campo", más tarde "La chica de ojos verdes" y completó su trilogía sobre la Irlanda de su infancia y su juventud con "Chicas felizmente casadas", libro en que se termina de hundir la utopía de la juventud feliz. Edna O'Brien nombró su biografía como "Chica de campo. Memorias", lo que quiere decir que así es como se siente y esa es la forma en la que concibe su papel en la literatura. Y ahora "La chica" ahonda en un territorio exótico para nosotros, terrible para las víctimas y lleno de necesidad de ser mostrado.
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