El retrato de Jane Austen
Parece que el boceto que Cassandra Austen hizo de su hermana Jane se dibujó en unas vacaciones en el mar, concretamente en la localidad de Lyme Regis. Esta es una de las ciudades que la escritora trasladó a su obra, en la que hay pueblos inventados pero también otras localidades que son reales, como el propio Londres o la ciudad romana de Bath, la de los balnearios. Lyme Regis es uno de los telones de fondo de "Persuasión" y por eso forma parte del itinerario geográfico de Austen. En el boceto, mucho más simple de lo que la imagen que ilustra esta entrada pueda sugerir, aparece la escritora de espaldas, o mejor, de lado, con su vestido y su abrigo de corte imperio, además de con su cofia, que tiene, a modo de curiosidad, las cintas desatadas, como si viviera un momento de plena libertad. Seguramente estaba mirando al mar, que se observaba con facilidad desde muchos puntos de la naturaleza que rodea la población.
Lyme Regis está junto al Canal de la Mancha, al oeste de la región de Dorset. El espigón del puerto, conocido como The Cobb, aparece tanto en "Persuasión" (es el lugar en el que tropieza Louisa Musgrove), como en la película protagonizada por Meryl Streep "La mujer del teniente francés". Era el sitio al que ella volvía una y otra vez esperando el regreso del marino del que estaba enamorada. Es un lugar, por lo tanto, que inspira a los artistas y que constituye una especie de lugar de peregrinación para los lectores de Austen. Ella pasó allí varias semanas durante los años 1803 y 1804. Parece que el mar le gustaba y ejercía sobre ella una curiosa atracción, del estilo de la que sentía Emma Woodhouse que se muestra espléndidamente sorprendida cuando lo ve por primera vez.
No hablamos de playas, naturalmente, sino de mar abierto, en este caso rodeado de imponentes acantilados que hacían peligroso pasear cerca de él en invierno, por el viento y el romper de las olas en las piedras enormes. Es un mar embravecido y que se visitaba en noviembre, cuando el clima de las ciudades de interior era más desagradable y aquí todavía se conservaba cierta bonanza por la cercanía a la costa. El concepto del mar de aquellos años distaba mucho del que tenemos ahora, cuando lo consideramos sujeto de nuestras travesías en barco o nuestros paseos por la playa, atestada en verano y llena de edificaciones o elementos que trasladan el bienestar de la ciudad a las orillas. El mar era para los ingleses, además, el punto de unión, o de separación, según se mire, con el continente, ya que, no lo olvidemos, el Reino Unido es una isla. El mar dio sus mayores glorias al Imperio y de allí vinieron las mayores desgracias en forma de guerras con la subsiguiente pérdida de hombres. En "Persuasión" Jane Austen retrata algunos personajes masculinos que son marinos, como el propio protagonista, el capitán Frederick Wentworth, cosa poco corriente en su obra, pues las únicas alusiones a la tropa están en "Orgullo y prejuicio" pero presentando a los destacamentos en reposo, con más afición al baile que a la lucha.
La esposa de James Edward Austen Leigh, el sobrino que escribe un libro sobre su tía, llamada Emma, escribe y publica un libro sobre Jane Austen y Lymes Regis, que, lamentablemente, es poco conocido entre los lectores.
Emma Austen Leigh nació en 1801 y murió en 1876. Salvo que se casara muy joven, no llegaría a conocer a la tía Jane pero la información sobre ella estaba muy a la mano en ese momento. Tuvo dos hijos, William y Chomley. La sola escritura del libro demuestra la relación que Jane Austen tuvo con el pueblo (muy pequeño, hoy, en los meses que no tiene turismo, alcanza apenas los cinco mil habitantes), en el que pasó algunas temporadas.
La escena en la que Frederick Wentworth pasea en grupo por el espigón y se produce la caída de Louisa y su consiguiente intervención para salvarla, es una de las más intensas de la narración y la que da pie al malentendido que angustia a Ann Taylor.
Es evidente que situar el argumento en ese lugar indicaba que para Jane Austen había supuesto una especie de bálsamo espiritual después del estresante mundo social que se vivía en Bath, localidad que nunca le gustó ni sirvió para inspirarla, lo que puede observarse cuando la utiliza en sus libros como un lugar en el que va la gente a buscar pareja sin mayor interés. Sin embargo, Lyme Regis es para ella lo que indudablemente era también para Ann Taylor que, como Jane, tuvo que dejar su casa de Kellynch Hall, por motivos económicos, para marcharse de alquiler a Bath, ciudad que también odiaba.
El boceto que hace Cassandra de su hermana Jane es una de las escasísimas imágenes que tenemos de ella. La otra es, también, fruto de Cassandra. Esa ausencia de imágenes ha dado lugar a que se repitan continuamente las que hay. Sí existen descripciones de su aspecto físico que se recogen en escritos contemporáneos y que su sobrino ya citado recoge en su obra sobre la tía. Todos los que hablan de ella, en este sentido, aluden a su mirada ingeniosa, la corrección de sus rasgos y la alegría que iluminaba su rostro. Ninguna de las protagonistas de Austen, salvo Emma, es una "belleza". Pero el ingenio, la inteligencia y la capacidad de observación están presentes en todas ellas. Es cierto que algunas, como Fanny Price, la menos Austen de todas, tiene una alarmante tendencia al sacrificio, pero siempre he pensado que Mansfield Park es un cabo suelto en el conjunto de una obra hermosamente armada.
Emma Austen Leigh nació en 1801 y murió en 1876. Salvo que se casara muy joven, no llegaría a conocer a la tía Jane pero la información sobre ella estaba muy a la mano en ese momento. Tuvo dos hijos, William y Chomley. La sola escritura del libro demuestra la relación que Jane Austen tuvo con el pueblo (muy pequeño, hoy, en los meses que no tiene turismo, alcanza apenas los cinco mil habitantes), en el que pasó algunas temporadas.
La escena en la que Frederick Wentworth pasea en grupo por el espigón y se produce la caída de Louisa y su consiguiente intervención para salvarla, es una de las más intensas de la narración y la que da pie al malentendido que angustia a Ann Taylor.
Es evidente que situar el argumento en ese lugar indicaba que para Jane Austen había supuesto una especie de bálsamo espiritual después del estresante mundo social que se vivía en Bath, localidad que nunca le gustó ni sirvió para inspirarla, lo que puede observarse cuando la utiliza en sus libros como un lugar en el que va la gente a buscar pareja sin mayor interés. Sin embargo, Lyme Regis es para ella lo que indudablemente era también para Ann Taylor que, como Jane, tuvo que dejar su casa de Kellynch Hall, por motivos económicos, para marcharse de alquiler a Bath, ciudad que también odiaba.
El boceto que hace Cassandra de su hermana Jane es una de las escasísimas imágenes que tenemos de ella. La otra es, también, fruto de Cassandra. Esa ausencia de imágenes ha dado lugar a que se repitan continuamente las que hay. Sí existen descripciones de su aspecto físico que se recogen en escritos contemporáneos y que su sobrino ya citado recoge en su obra sobre la tía. Todos los que hablan de ella, en este sentido, aluden a su mirada ingeniosa, la corrección de sus rasgos y la alegría que iluminaba su rostro. Ninguna de las protagonistas de Austen, salvo Emma, es una "belleza". Pero el ingenio, la inteligencia y la capacidad de observación están presentes en todas ellas. Es cierto que algunas, como Fanny Price, la menos Austen de todas, tiene una alarmante tendencia al sacrificio, pero siempre he pensado que Mansfield Park es un cabo suelto en el conjunto de una obra hermosamente armada.
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