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"La señorita Dashwood" de Elizabeth Taylor

Si te llamas Elizabeth Taylor y no eres la famosa actriz de ojos color violeta, casada varias veces, dos de ellas con el grandísimo Richard Burton (ay, esa voz declamando a Shakespeare, que este año es para mí WS4), lo tienes negro, lo tienes mal. Puedes preguntar a quien quieras, incluso a Google, pero nadie hablará de ti. Prueba entonces a añadirle a ese nombre la palabrita mágica, "escritora" o "writer". Entonces quizá sí, entonces aparecerá una entrada o dos a lo sumo dedicada a Elizabeth Taylor, la "otra". 

Más fácil es irte a la página de la editorial que está sacando a la luz sus textos olvidados: Ático de los Libros. Allí encuentras noticia de ella y te puedes ir haciendo una idea de qué estamos hablando. 

Elizabeth Taylor (1912-1975) fue una novelista y escritora de relatos británica. Kingsley Amis la describió como “una de las mejores novelistas inglesas nacidas en este siglo”; Antonia Fraser se refirió a ella como “una de las escritoras más injustamente olvidadas del siglo XX” y Hillary Mantel dijo que era “hábil, buena escritora y no se le habían reconocido lo bastante sus méritos”.

Fue brevemente miembro del Partido Comunista y luego apoyó durante toda la vida al Partido Laborista británico. Su primera novela, En casa de la señora Lippincote, se publicó en 1945 y fue finalista del Premio Booker con Mrs. Palfrey at the Claremont. Seguirían once más, entre ellas, La señorita Dashwood (1946), quizá la que muestra más claramente la influencia de Jane Austen en su obra.

Las novelas de Taylor tratan de las situaciones de la vida cotidiana, sobre las que escribe con destreza. Sus agudos pero cariñosos retratos de la vida de la clase media y media-alta inglesa le valieron un fiel seguimiento de lectores con gusto literario, así como leales amigos en el campo de las letras. Fue amiga del novelista Ivy Compton-Burnett y del novelista y crítico Robert Liddell. 

Anne Tyler la comparó en una ocasión con Jane Austen, Barbara Pym y Elizabeth Bowen, diciendo que eran las cuatro “hermanas del alma”.

Dejando aparte las comparaciones, que son odiosas (además, yo nunca compararía a estas escritoras, más allá de que las cuatro son mujeres y hablan de cosas cotidianas), está claro que el caso de Taylor es uno más entre las mujeres olvidadas del arte. Mujeres invisibles, mujeres que han caído en un silencio injusto. Y ya no hablamos del Renacimiento, ni de una María Lejárraga, oculta tras el nombre de su marido, no, estamos en el siglo XX. Y, aún así, qué frecuente es el caso de que autoras de valía queden en un segundo plano. Gracias, por lo tanto, a editoriales como esta que deciden sacarlas a la luz. Tengo que hacer la lista de todas las escritoras que he conocido en los últimos dos años. Son legión las que estaban debajo de la mesa camilla. 

Volvamos a la señorita Dashwood. A ninguna lectora austeniana se le pasará por alto que este apellido luce en "Sense and Sensibility" como el de la familia protagonista. Elinor, Marianne y Margaret Dashwood son las chicas que, cada una a su manera, desenvolverá el cuidadoso hilo de la historia hasta llegar al desenlace que más le gustaba a Austen  (y a mí, of course), las bodas, en este caso dos, porque la pequeña Margaret todavía anda en edad de jugar con los mapas. 

Esta señorita Dashwood de Miss Taylor la escritora se llama Cassandra (mira, como la hermana mayor de Jane Austen y como su madre), y no tiene familia pues su padre ha muerto. Así que se coloca como institutriz de Sophy, en una enorme y vieja casa llamada Cropthorne Manor. Allí vive la niña con su padre, Marion Vanbrugh, serio, callado y gran aficionado a la literatura griega. Ya me diréis qué relación romántica puede una establecer con alguien así. Marion y Cassandra se sienten atraídos el uno por el otro, pero "esta no es una novela del siglo XIX y Marion no es el único inquilino de la mansión. Está Tom, irascible y descontento; Margaret, embarazada y voraz; la inepta tía Tinty y la excéntrica y dominante Nanny".

Saludo con alegría la llegada de Elizabeth Taylor a este blog. Su otro libro publicado por la misma editorial "El juego del amor" aparecerá un día de estos por aquí. 


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