Gente de cine. Memorias. Biografías.
Confieso que me gustan las biografías. Incluso la de una persona anónima tiene un interés especial. El interés de la realidad. Alguien puede pensar que eso es cotilleo, pero se equivoca. Mi interés obedece a que considero a las personas como lo más importante. El estudio de la naturaleza humana es, a la par de entretenido, sumamente instructivo. Aprende uno de los demás y, sobre todo, de sí mismo. Porque, como afirmaba mi vieja amiga la señorita Marple, la naturaleza humana es la misma en todas partes. Y así lo creo yo también.
Confieso que me gusta el cine. No es que me guste, sino lo siguiente, usando una frase que ha hecho fortuna en algunos medios televisivos. Me gusta, lo necesito, lo amo, me llena, me entretiene, me hace feliz. Mi vida y el cine son partes que no se pueden separar. Como tampoco me puedo separar de los libros. Pero una madre cinéfila, una educación cinéfila, muchos amigos cinéfilos, un hijo cinéfilo, todo eso da lugar a una rara ecuación pasada por el Séptimo Arte. Mi amiga Paqui Rodríguez y yo lo decíamos muchas veces. Hablamos y nos entendemos usando frases del cine. Frases que ya son nuestras.
Si unes, querido lector, estas dos aficiones, hallarás el motivo de esta entrada de hoy. Biografías de gente del cine. Biografías o memorias. He leído muchas y casi todas son interesantes. Cuando digo gente del cine hablo de actores o actrices pero también de directores, de productores y de guionistas. Los guionistas son gente disoluta y tienen una percepción absolutamente distinta a los demás, por eso me gustan. Además, suelen escribir muy bien.
Os traigo cinco libros de estos temas. Tengo por ahí alguno más, como una bonita biografía de Paul Newman, con una foto de portada espectacular. Otra de Kirk Douglas, estremecedora, y seguro que alguna más. Pero, en la mesa, ahora mismo, cinco libros. Te cuento.
Dirk Bogarde. Un hombre ordenado. Memorias. De Espasa Calpe. Este es un tipo interesantísimo que vivió quince años en una granja de la Provenza para escribir el libro. Ay, la Provenza, mi paraíso soñado, mi lugar favorito para casi todo.
Dashiell Hammett. Biografía. Escrito por Diane Johnson. De Seix Barral. Hammett es, para mí, uno de los hombres más fascinantes de la historia cultural de nuestro tiempo. Su vida y su obra me interesan sobremanera. Sus cuentos son increíbles. Toda su peripecia vital es atractiva, como lo era él.
Marilyn Monroe. Investigación de un asesinato. Escrito por Donald H. Wolfe. Publicado por Emecé. Todo lo que atañe a Marilyn es objeto de interés. A mí me ha parecido siempre una mujer inteligente, bondadosa y asustada. Quizá no sea este uno de los mejores libros sobre ella, pero pone el acento en las pesquisas que se sucedieron a su muerte, como si fuera una novela policíaca.
Mujer inacabada. Biografía de Lillian Hellman. Mejor, autobiografía. Publicada por Argos Vergara, este septiembre va a volver a editarse, junto con otro de sus libros, Pentimento. Cualquier mujer de ahora debería leer este libro y entendería así muchas cosas que, de otra forma, son difíciles de asimilar. La compañera de Hammett se muestra en toda su crudeza y pone también sobre la mesa la época que le tocó vivir.
Billy Wilder. Vida y época de un cineasta. Escrito por Ed Sikov. Editado por Tusquets. Colección Tiempo de Memoria. Billy Wilder es para mí lo más. Este es un libro voluminoso, de más de ochocientas páginas, que merece la pena leer si te gusta el mundillo del cine americano en su salsa, en sus años clásicos. Personajes, películas, estudios, actores, toda clase de experiencias vitales y profesionales que te harán sentir que estás allí, allí mismo, donde la tentación vive.
El verano es tiempo de lectura. Estos libros han llegado hasta mí de diferentes maneras, en mis rastreos por librerías de todo tipo. Son biografías o memorias de gente que ha hecho posible la fábrica de las ilusiones, el cine. Más cine, por favor, como decía Aute.
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