El discurso de Aragorn, los Oscar's y las ilusiones rotas

 

De modo que me había negado a ver la trilogía "El señor de los anillos" por eso de que las películas fantásticas y las que presentan a gente muy sucia y muy rara no me gustan. Pero en El cine pensado, un canal de youtube dedicado a historias cinematográficas muy especiales, había visto algunas escenas, una de ellas apasionante porque Viggo Mortensen, el rey Aragorn, lanza una arenga a los ejércitos para que vayan a la lucha. Y es un discurso extraordinario, en el que se apela a la voluntad de aquella gente dispersa para vivir juntos y, antes de eso, batallar con el mismo objetivo. Me gusta mucho Viggo Mortensen como actor y es un tipo guapísimo, súper atractivo siempre y con un carisma especial. He visto muchas películas suyas y tiene ese "algo" que distingue a los actores tocados con la magia que traspasa la pantalla. Pero cuando es Aragorn la épica lo convierte en un personaje lleno de una fuerza diferente. He visto la tercera parte de la trilogía y me he convencido de que tener prejuicios porque la película sea de un género poco atrayente para ti es algo que ningún cinéfilo debería practicar. 

A "El retorno del rey" le dieron once Oscars y correspondían a las once nominaciones que tenía. La Academia ratificó lo que los espectadores ya habían visto, cosa que no ocurre siempre o que ocurre más bien en pocas ocasiones y por eso vienen las desilusiones o, lo que es parecido, las ilusiones rotas. Lo de Hitchcock es una ilusión perpetuamente rota y lo mismo sucede con Spielberg y, en realidad, con muchos de los grandes, como Woody Allen, por ejemplo. Este año se ha llevado el Oscar al mejor actor un desconocido para mí Brendan Fraser pero luego lees su historia y cómo le dieron la espalda y ha resurgido de forma esplendorosa con esta nueva película y terminas alegrándote, aunque eso signifique que se quede sin premio Bill Nighby, al que adoras desde siempre. La vida no es justa y los premios tampoco. Qué difícil resulta que el reconocimiento llegue en su momento y a la gente que lo merece o que lo necesita.