La mujer con pantalones
Gertrude Valderbilt Whitney posa en 1916 para Robert Henri con el descontento de su marido, el banquero e inversor Harry Payne Whitney, que se negó a que el cuadro de su mujer en pantalones luciera en el salón de su casa. Henri quiso retratar así a la mujer moderna en una pose eminentemente clásica. El cuadro está ahora en el Museo Whitney de Arte Americano. Es verdad que Gertrude no era una mujer al uso, sino una verdadera artista, que conoció bien la bohemia de París, estudió junto a Augusto Rodin y tenía las ideas muy claras.
El cuadro es ciertamente extraño. Mucho más en un pintor como Henri, uno de los fundadores de la escuela de Ashcan, que pretendía retratar a las clases populares de su época en la ciudad de Nueva York a modo de retratos realistas. Había nacido en 1865 en Cincinnati, Ohio, perteneciente a una curiosa familia de emprendedores propensos a los líos y que tuvieron peripecias para dar y tomar. La vida de Henri y los suyos bien daría para una serie de televisión. Además, era una especie de primo lejano de Mary Cassatt. El pintor se formó en Filadelfia, Francia e Italia y luego fue profesor de una escuela de arte para mujeres. Todo muy exótico. Pero no hay que olvidar que en la escuela de arte de Nueva York fue profesor, entre otros, de Edward Hopper. Sus ideas artísticas eran muy especiales y siempre se reclamó independiente ante los dictados de la academia.
El cuadro de Gertrude es una modernísima visión de una mujer de buena familia, nada que ver con su visión de la vida en las calles neoyorkinas, que posa en la actitud relajada e insinuante propia de no tener nada mejor que hacer. La coquetería impregna su gesto, la forma de colocar las manos y el cruce de los pies. El sofá sobre el que está echada tiene por encima una especie de manta violeta que constituye el fondo junto con el exótico y floral decorado de la pared. Nadie puede decirnos lo que Gertrude piensa pero da la impresión de que nos está echando un pulso. Y así fue en realidad.
Gertrude fue una celebrity, alguien de familia acomodada que hace un buen matrimonio y sale en las portadas de la revista y se codea con lo mejor. Pero también fue una gran amante del arte. Ella misma fue escultora y tiene algunas obras notables además de una especialísima personalidad. Poco entendida por la gente de su tiempo, en cierto sentido fue pionera de una concepción de la mujer más libre, segura de sí misma y sin prejuicios.
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