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"Historia de un matrimonio" de Noah Baumbach


En una larga entrevista concedida a Nuccio Ordine, el último gran intelectual de occidente, George Steiner, realiza una autocrítica sobre su idea inicial de que el cine no llegaría a ocupar un espacio cultural tan importante como otras manifestaciones clásicas. Nunca imaginó que esa mezcla de técnica y arte tendría la relevancia que ha llegado a alcanzar. Y eso que, como sucede con la mayoría de las artes, siempre se está debatiendo entre el esplendor y el ocaso. Los cinéfilos anuncian el apocalipsis cada cierto tiempo y el paso de las décadas genera siempre controversias sobre lo que se pierde y lo que llega. Las novedades no siempre son aceptadas con alegría y de ahí esa definición gloriosa de "cine clásico" para albergar todo lo que se considera bueno, noble y honesto. En este sentido, la última gran polémica está (superado ya lo referente a la televisión y su condición de hermana pequeña y pobre de la cinematografía) en la existencia de las plataformas audiovisuales, ahora generadoras de productos que tienen un gran éxito, en formato series sobre todo, pero también en películas. Las películas que proceden de este vivero se suelen estrenar en cines durante un tiempo limitado y nacen destinadas a la audiencia de los canales de pago. Tienen la virtualidad de que pueden contemplarse en cualquier soporte y eso las convierte en parte del ocio doméstico con unas características muy especiales de oportunidad, tiempo y coste. Hay quien todavía está manteniendo una actitud de pureza con respecto a las productoras tradicionales, pero todo se andará. 

"Historia de un matrimonio", estrenada en el otoño de 2019 y producida por Netflix, es una de esas películas que narran una historia sencilla con la que se identifican un gran número de consumidores de productos audiovisuales procedentes de las plataformas. Noah Baumbach, su director, ha acertado en la definición del problema que sucede a los divorcios, el desarraigo de los hijos y la distancia que se crea entre los cónyuges cuando intervienen otros elementos extraños, como los abogados o los familiares que aconsejan. Con algunas pinceladas muy concretas, la película narra la desintegración de un matrimonio feliz, que forma una familia feliz con su pequeño hijo, simplemente por nada. El tiempo pasa y los engranajes se rompen sin que haya una razón de peso, sino porque la vida es así y las existencias se mueven en direcciones opuestas sin que pueda evitarse en muchas ocasiones. Es esta simplicidad de planteamiento lo que hace a la historia más creíble. Sobran las alharacas y las exageraciones porque sabemos que, efectivamente, es esto lo que suele pasar con las relaciones y los afectos humanos. Esa escena central en la que ambos tiran del hijo sin violencia pero con firmeza es, tal vez, el paradigma de la historia. 

Entre la buena cosecha cinematográfica de 2019, que cuenta con títulos espectaculares, la historia de la vida cotidiana que encierra esta película tiene su sitio y con ella una reflexión sobre el rol diferente que adoptan hombres y mujeres ante una situación conflictiva como es la disolución de un matrimonio. Resulta inevitable ponerse del lado del padre, del hombre, a pesar de que es él quien ha sido infiel a la mujer. Quizá es porque se nota cierta ingenuidad en la conducta, o porque la abogada de la mujer es una especie de bruja bien vestida y mejor calzada y la primera que advierte la necesidad ineludible de mantener una estrategia de confrontación que logre obtener los mejores beneficios para su cliente. 

Algunos datos de interés: 

Título original: Marriage Story. 2019. Estados Unidos. 
Guion: Noah Baumbach  Música: Randy Newman  Fotografía: Robbie Ryan
Reparto: 
Scarlett Johansson,  Adam Driver,  Laura Dern,  Azhy Robertson,  Alan Alda, Julie Hagerty,  Merritt Wever,  Mary Hollis Inboden,  Amir Talai,  Ray Liotta, Wallace Shawn,  Emily Cass McDonnell,  Matthew Maher,  Ayden Mayeri, Kyle Bornheimer,  Mark O'Brien,  Gideon Glick,  Brooke Bloom,  Matthew Shear, George Todd McLachlan,  Annie Hamilton,  Juan Alfonso,  Justin Claiborne, Mickey Sumner
Productora: Coproducción Estados Unidos-Reino Unido; Netflix / Heyday Films. Distribuida por Netflix

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