"Un poco menos que ángeles" de Barbara Pym
Este es el tercer libro que publica Gatopardo Ediciones de la autora inglesa Barbara Pym (1913-1980). Los anteriores son "Mujeres excelentes" en 2016 y "Amor no correspondido" en 2017. Confieso mi predilección por "Amor no correspondido", aunque "Mujeres excelentes" me descubrió una forma de mirar muy especial y este de ahora tiene novedades interesantes, silencios y palabras que hacen reflexionar.
Me gusta Barbara Pym por su inteligencia. La inteligencia en un escritor tiene mucho que ver con esa manera distinta de ver los hechos, de analizarlos y, sobre todo, de interpretarlos. En ella hay una mezcla de dulzura y desafío. Hay una foto que se repite cada vez que se buscan datos sobre ella en la que aparece sonriendo a medias con un gato en los brazos. No me gustan los gatos, ni los perros, ni los animales en general, pero ella tiene una actitud complaciente que la convierte casi en la vecina de al lado. Inspira confianza. Esa sensación la tienes al leer sus libros: sabes que no hay trampa ni cartón en lo que te cuenta y que, si algo parece ser lo que no es, al final saltarán las costuras y todos tan contentos. No sé si me explico. Los enredos domésticos no son cosa baladí. Y todos aquellos que han considerado que la literatura debía estar revestida de la solemnidad de los días de fiesta han dejado de lado tantas historias como momentos tiene la propia vida. Esa estética de lo cotidiano, que practican otras grandes damas literarias cuya relación de nombres ocuparía este espacio por completo, es gloria bendita.
"Un poco menos que ángeles" cuenta la historia de Catherine Oliphant, escritora, cuyo noviazgo con un atractivo antropólogo llamado Tom Mallow entra en fase pantanosa cuando él conoce a una joven estudiante, Deirdre Swan. Para que haya cuarteto se añade al grupo otro antropólogo, un tipo de carácter bastante raro, Alaric Lydgate. No solo hablamos de enredos amorosos sino de esas argucias, artimañas y envidias que se mueven en el mundo de la investigación y la universidad a la hora de conseguir algún premio o alguna beca. Nada nuevo bajo el sol y eso que el libro fue publicado por primera vez en 1955. Hay un retrato del mundo académico que no tiene desperdicio y que está de plena actualidad. Podíamos resumirlo con la frase "no es oro todo lo que reluce". Debajo de las imponentes fachadas de catedráticos y eminencias se esconde la mediocridad y la petulancia. Tantas veces nos encontramos con sabios humildes y con prepotentes ignorantes. Lo que se dice "listos incompetentes" en versión Vivian Ward.
Hay una cosa preciosa en Barbara Pym. Esa combinación de ambientes serios y profesionales, con la vida de las personas en su casa, cocinando, vistiéndose para salir, arreglando las flores. Se respira un aire genuino, como si estuvieras asomada a una ventana y vieras lo que ocurre. En este sentido, es muy cinematográfica, o quizá es que estamos tan acostumbrados a la imagen que no podemos dejar de imaginarnos el movimiento, las voces, incluso las expresiones de todos. Hay también muchos sueños. Los antropólogos imaginan éxitos, las muchachas incluso añaden la búsqueda, o mejor, el hallazgo del amor. Y todos tienen esperanzas que quieren ver cumplidas. Las descripciones de Barbara Pym son concretas, exactas, sin pasarse, pero dibujando trazos firmes, puedes verlos a todos ellos, están ahí.
La crítica soterrada o directa hacia cierta clase de intelectuales está presente: "Se había imaginado que la presencia de lo que ella consideraba personas inteligentes ocasionaría algún cambio sutil en la habitual conversación intrascendente. Las frases serían como bolas de juegos malabares brillantes que darían vueltas en el aire y, con destreza, se recogerían se volverían a lanzar. Pero ahora se daba cuenta de que la conversación también podía compararse con una serie de objetos incongruentes, cepillos de fregar, paños de cocina o cuchillos que se arrojaban o salían volando..."
Cuando Tom termina su relación con Catherine pensando que va a sentirse más libre, más relajado, más recogido en sí mismo...y comienza otra con Deirdre, quizá más joven y más manipulable...se encuentra con que las cosas no cambian si no cambia uno mismo. Esta es una enseñanza que no debería dejarse de lado.
Y las mujeres. Cuando Alaric conoció a Catherine se fijó solamente en que llevaba un vestido amarillo. Un vestido amarillo. He pensado en otro tiempo, en el pasado, en un vestido amarillo y en alguien que reparó en ese vestido. Barbara Pym parece conocer el comportamiento de las parejas mucho mejor que cualquiera. Porque nada de lo que ocurra entre Catherine y Alaric será intrascendente. O quizá lo intrascendente sea al final lo que importa.
Un poco menos que ángeles. Bárbara Pym. Gatopardo ediciones, junio 2018. Traducción de Irene Oliva Luque. Título original Less than Angels. Diseño de la colección y cubierta Rosa Lladó. Imagen de la cubierta Toni Frissell, 1941. Edición original 1955. Imagen de la solapa Mayote Magnus.
(Entrada escrita y publicada el 22 de agosto de 2018)
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Un beso!