No te vayas
Espérate un momento, un instante solo. El tiempo que tarde en desvanecerse la tarde en ese rayo de sol que cruza la plaza sin permiso. El pequeño espacio de tiempo que necesito para hacerme a la idea de que te vas. Para entender que pasarán los días, las horas y las noches, y no te veré cerca, ni lejos, ni tan hondo. El hueco de las manos que se quedan vacías, espérate. El sonido del reloj de la iglesia que se cruza de lado sin que pueda entenderla, espérate. Espérate que acomode mi paso a la nostalgia. Espérate que deje de temblar por no verte. Espérate a que entienda por qué tanta distancia, tantos días, tantos adioses, tanta ausencia de besos. No quiero que te vayas y me dejes. Y no lo sé decir de otra manera. Solamente palabras, ahora que te has marchado. Ahora que ya no queda primavera. Porque yo quiero merendarte al sol. Pero soy cobarde y mi voz ha cedido el paso a una pequeña lágrima sin sabor ni dueño.
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