El abrazo más dulce
(Fritz Zuber-Buhler. Young girl holding a doll)
La niña era muy pequeña pero la escena quedó grabada en su memoria, como si fuera una película en la que ella tuviera el papel protagonista.
El sol del mediodía caía a fuego en verano. En el patio de la casa, los arriates pedían agua y las flores esperaban ansiosas que la noche aliviara esa sensación de ahogo en la hora de la siesta.Todo estaba en calma. La niña está sentada en el suelo, con un libro de dibujos delante de ella, las piernas desnudas, los pies descalzos, los ojos abiertos.
De repente, oye el claxon de un coche. No es un sonido cualquiera, sino el sonido que anuncia la dicha, el goce mayor de todos los días. Él ha vuelto.
El portón de la calle se abre con su rugido característico. La claridad recorta una silueta. Es un hombre de mediana estatura, bien vestido, con bigote y unos ojos tan tiernos...
Al ver a la niña ha sonreído hasta el fondo: "¿De quién es esta niña tan bonita…?" ha dicho en voz muy alta con su precioso acento.
Y la niña, corriendo, volando casi, ha llegado a sus brazos, se ha elevado a lo alto, contestando entre risas su frase favorita: "De su padre".
De su padre…
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