"La muñeca de nieve y otros cuentos" de Nathaniel Hawthorne
La
muñeca de nieve es el primero de los quince cuentos que forman
este libro. La reconocida maestría de Nathaniel Hawthorne (1804-1864) en el
manejo del relato corto, de la narración condensada, se ve aquí sobradamente
clara y plena de los matices que configuran su estilo.
Los otros cuentos son El gran rostro de piedra, La calle Mayor,
Ethan Brand, Biografía de una campana, Sílfide Etherege, Los peregrinos de
Canterbury, Noticias de ayer, El hombre de piedra, El demonio en el manuscrito,
John Inglefield y el día de Acción de Gracias, La antigua Ticonderoga, Las
esposas de los muertos, El gamoncillo y Mi pariente, el mayor Molineux.
Aunque de temas aparentemente
sencillos, cotidianos, o quizá por eso mismo, la lectura de los cuentos de
Hawthorne te provoca siempre un estremecimiento, un desasosiego, una sensación
de amenaza, de que algo va a ocurrir y no vas a poder evitarlo. Una especie de
sombra lúcida los atenaza y esa vivencia llega a contagiarse al lector,
prendido en sus palabras, en sus frases largas y redondas, en el pulcro acabado
que da a sus textos.
Tres características tienen estas
historias al igual que toda su literatura: una técnica muy refinada y limpia;
un trasfondo psicológico acentuado y el lirismo que sobrevuela toda la
narración. La crítica a la sociedad puritana de Nueva Inglaterra que tanto daño
hacía a personas y comunidades, está en el telón de fondo de todo lo que escribe.
Él conocía muy bien ese puritanismo pues su madre se convirtió, tras la muerte
de su padre cuando él era un niño, en una sombra oscura que no salía a la
calle, precisamente por la observancia de esa ideología.
Hawthorne, que era natural de
Salem (Massachussets, USA), era nieto precisamente del juez que actuó en los
procesos de brujería de esa ciudad en el siglo XVII. Lo que se produce en él
entonces es una reacción al ambiente de su propia familia y de su círculo más
cercano.
Llegó a la literatura a través
del gran éxito que obtuvo La letra escarlata, publicada en 1850. El caso, basado en hechos reales de Hester
Prynne, condenada por haber tenido una hija después de cometer adulterio,
conmocionó a la sociedad y a los lectores. Antes de eso había publicado una
colección de cuentos Musgos de una vieja
rectoría (1846) y tiempo atrás, cuando todavía era inspector de aduanas, la
novela, financiada por él mismo, Fanshawe,
en 1828.
Cuando en 1853 asumió el cargo de
Presidente de los Estados Unidos de América su amigo de la infancia Franklin
Pierce, lo nombró cónsul en Liverpool y allí vivió con su esposa y sus hijos
desde ese año hasta 1857. Precisamente estaba en compañía de Pierce cuando
falleció en Plymouth, a los 59 años,, en 1864.
La muñeca de nieve y otros cuentos. Traducción de Marcelo Cohen. Editorial Acantilado, 2017.
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