"Los destinos del buen soldado Svejk durante la guerra mundial" de Jaroslav Hasek


Las historias en las que un personaje anodino, lleno de defectos evidentes, sin demasiado seso, sin talento, se convierte en un héroe, en alguien imprescindible, en un experto o un gurú, abundan en la literatura y en el cine. Cierta clase de inocencia o de ingenuidad trasminan este tipo de personas y así cuando están inmersos en la actividad que en cada caso aborden parece que sus defectos les sirven como virtudes y sus virtudes se agrandan. Cuando hablamos de los tiempos de guerra, de los actos de guerra, esto es aún más notorio. Las guerras ponen a los hombres en el camino de las hazañas y también en el de la cobardía. Pero el límite entre ambos es difuso y nunca las cosas son como parecen. 

Este libro es, ante todo, un alegato antibelicista, escrito por alguien que no creía en la guerra como forma de arreglar los problemas. Alguien que, como sabemos por el propio devenir de la historia, tenía toda la razón. La primera guerra mundial, esa global confrontación en cuya génesis intervinieron tantos elementos, no solamente no arregló las disensiones sino que cultivó con ahínco el germen de lo que sería la segunda. Un desperdicio baldío de hombres y haciendas y, sobre todo, una convicción profunda en sus protagonistas directos o indirectos de que era una pérdida de tiempo hacerse matar por no se sabía qué ideal. 

Jaroslav Hasek, nacido en Praga en 1883 y muerto en 1923 (lo que le impidió acabar de escribir el libro en su cuarta y última parte) fue novelista y periodista, que escribió artículos y algunos cuentos que publicó bajo pseudónimo. Este libro es una parodia bélica, una manera de decirnos que la heroicidad, las aptitudes y el espíritu militar son una pamema. 

Sinopsis de la Editorial Acantilado:

¿Cómo llega un hombre cualquiera, modesto y desarrapado, a convertirse en héroe? Esta metamorfosis es la que se relata en este libro. Svejk es un checo dipsómano, logorreico y fullero, pero leal a su patria, que se alista en el ejército húngaro en cuanto estalla la Primera Guerra Mundial. A pesar de haber sido oficialmente declarado "imbécil notorio", se convertirá ante los ojos del lector en un auténtico virtuoso, capaz de moverse como pez en el agua en la inmensa maraña burocrática del Ejército, en la que el resto de personas pierden la razón y la compostura.

Jaroslav Hasek fue novelista y periodista. Este libro lo publicó entre 1921 y 1923 en la prensa, recogiendo parte de sus experiencias en la guerra. El libro cuarto que él dejó incompleto lo terminó un escritor checo amigo del autor, Karel Vanek. 

El libro tiene una nueva traducción a cargo de Fernando de Valenzuela. 

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