Si te regalan rosas



Si te regalan rosas que no sea por agradecimiento. Que no sea para decirte que eres buena persona, para recordarte que fuiste generosa en un momento. Si te regalan rosas, que no signifiquen que tienen pena de observar tu mirada asustada, que se compadecen de tu cuerpo desnudo de abrazos, que tienen consideración por tus amargas lágrimas. Si te regalan rosas que no sea porque hiciste algún favor, porque te asomaste el abismo solo por alguien, porque guardaste tu corazón debajo de un zapato.

Si te regalan rosas, que no sea por rutina. Que no sean por un día señalado. Que no sean por costumbre. Que no sean por obligación. Si te regalan rosas que no sean para expresar que tienen miedo de perderte, que no sean para retenerte si no quieres estar, que no sean para evitar que compartas tus sueños. Si te regalan rosas, que no sean por orgullo, que no sean por desidia, que no sean por desdén, que no sean por costumbre, que no sean porque quieren engañarte con un perfume inexistente. 

Si te regalan rosas que sea porque te quieren. Porque, a pesar de todo, sienten que tu voz les aturde. Porque tu olor les llega tan adentro. Porque tu piel tiene la suave brisa de la seda. Si te regalan rosas, que sea porque te mueves con un aire gentil que los abrasas, que sea porque anochecen dormidos en tus brazos.

(Imagen de Jack Vettriano)

Comentarios

Entradas populares de este blog

The Idea of You: cuarenta y veinticuatro

El amor es una cabina de teléfonos

Enaguas de seda rosa

Dejé pasar el autobús

Sí. Necesitan más ayuda.

En la librería

Sevilla. El pretérito perfecto. Ignacio Camacho y Ricardo Suárez

"La hija del tiempo" de Josephine Tey

¡Qué verde era mi valle! (1941, John Ford)

La riada