"Rocío, surcos de luz"
Dedicatoria: A mi amiga Rocío León Ruiz
Las calles de Sevilla se llenan del colorido de las carretas, de los coros rocieros, de la devoción, de los Simpecados, de gente a pie y a caballo, en una estampa de otros tiempos. El sonido del tamboril o la flauta, el estruendo de los cohetes, la bulla...es el Rocío, la romería que concita el interés de tanta gente de dentro y de fuera de Andalucía. El Rocío no se entiende sin el mar de dunas de Doñana, sin las aves que recorren el parque, sin el paisaje almonteño, el mar, el horizonte, las playas...
Pero no solamente imagen, estética, religión o disfrute hay en el Rocío. Existe una ingente literatura que habla de esta manifestación que las creencias de cada uno situará en el contexto que prefiera. Libros antiguos, textos, fragmentos, ordenanzas, nombramientos, itinerarios, geografía, todo ello supone una fuente de conocimiento e interpretación de este acontecimiento que cada año reúne a tantas personas. Además de esto, la música bebe en las fuentes del Rocío y da lugar a las que conocemos como Sevillanas Rocieras, de características propias, estilo diferenciado y letras alusivas.
Desde todos los puntos de Andalucía y de fuera de ella llega la gente. De Sanlúcar de Barrameda (con la que salía mi tío Curro Sánchez, en su caballo, alto, con sombrero gris y traje corto); de Gines, de Tomares...La ciudad de Sevilla se muestra diversa también en esto: Sale Sevilla y salen El Cerro y la Macarena. Sale Triana, sobre todo (aquí una vivencia personal sin intención de establecer primacías). Las hermandades tienen su origen en el siglo XVII, siendo la primera de las
filiales la de Villamanrique de la Condesa (Sevilla), coetánea de las de Pilas
(Sevilla), La Palma del Condado y Moguer
(ambas en Huelva) y Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Desde entonces surgen otras
muchas, sobre todo en el siglo XX. En la actualidad existen más de un centenar de hermandades, tanto nacionales
como internacionales. A fecha de hoy hay una Hermandad Matriz, que es la de Almonte,
108 hermandades filiales, una treintena de no filiales (en espera de ser
admitidas en el registro de filiales), y más de 30 asociaciones y agrupaciones
(el origen de una hermandad).
Comentarios