Saramago
Los informativos han traído la noticia de la muerte de José Saramago, escritor, a los 87 años de edad. Un 16 de noviembre nació en Mora en Azinhaga (Ribatejo, Portugal) y en 1924 se trasladó a Lisboa con su familia. En 1929, al inscribirse en la escuela primaria, se descubrió que, por error, se incluyó en su certificado de nacimiento el apodo familiar, Saramago, como apellido. De esta forma, José se convirtió en el primer Saramago de la familia Meirinho Sousa. En 1933 su madre le regaló su primer libro, O Mistério do Mohíno, (The Mystery on the Moor) de Joseph Jefferson Farjeon. Las dificultades económicas por las que pasó su familia lo privaron de una educación esmerada, por lo que puede considerarse un autodidacta, que tuvo diversos trabajos antes de poder dedicarse a su vocación: la literatura. Sus libros, muy numerosos, son muy conocidos y vendidos, sobre todo a raíz de que, en 1998, se le concediera el Premio Nobel de Literatura. Desde 1993, ya casado con la periodista sevillana Pilar del Río, se trasladó a vivir a Lanzarote, donde ha pasado los últimos años de su vida.
Saramago es un escritor que despierta admiración y también crítica, porque se ha considerado estandarte de ciertas ideas políticas. Hoy mismo, cuando se ha recogido su muerte, la mayoría de los que han hablado de él lo han hecho de ideas, lucha y posicionamiento social, y mucho menos de literatura. Posiblemente el paso del tiempo trace el verdadero juicio sobre su obra, alejada ya de filias y fobias. En todo caso, su vida fue una existencia fructífera, durante la cual mantuvo sus ideas y las plasmó en sus libros, reflejando lo que pensaba del mundo, algo en lo que tenía vital importancia su propio nacimiento humilde, las circunstancias de su vida y de su familia, así como su ideario político.
Ha dejado un libro inconcluso, apenas 30 páginas, que no sabemos si verán la luz. Si queréis conocer más cosas sobre su vida y su obra, tenéis ocasión de hacerlo, por ejemplo, en el especial de EL PAIS, cuyo enlace os añado.
Comentarios
Solamente he leído “la Caverna”, así que se me puede acusar de tener un base floja para opinar, pero mis recursos limitados no me permiten dedicarle ahora mas tiempo.
Para mi se trata pues de un escritor con el don indiscutible de escribir frases, algunas de los cuales he disfrutado mucho. Pero como pensador es tirando a mediocre mas lo que es peor: bastante pretencioso. Y que conste: estoy absolutamente simpatizando con su escepticismo contra los logros de la modernidad; a mi por ejemplo también me duele que se extingan los alfareros (mi madre ha sido alfarera durante 30 años y lo ha tenido que dejar recientemente). Pero materializar la caverna de Platón en una escena sentimental digno de un culebrón venezolano como culminación de la trama del libro entero no cumplía mis expectativas.
En resumen: Saramago es un artesano de las letras, como tal, muy hábil, luego sus intenciones son indudablemente nobles; pero le falta en mi opinión una dimensión para contar entre los supremos de la literatura universal.
Un saludo cordial, Kászon Kovács
ps – Felicito vuestro blog excelente, me gusta el tono sereno y el criterio estético.