Némirovsky, rescatada
Hace un par de años descubrí a Irène Némirovsky. La editorial Salamandra publicó un librito muy fino con pocas páginas, que se llamaba "El baile": una adolescente de doce años en constante lucha con su atroz mamá.
Después de eso, como ocurre tantas otras veces, me dediqué a buscar la obra de esta autora y a conocer cosas de ella. Para los lectores de este blog que no la conozcan diremos que nació en Kiev en 1903 y murió en 1942 en el campo de concentración de Auschwitz. Su familia se estableció en París, en el año 1919, huyendo de la revolución bolchevique y allí estudió en la Sorbona. Poseía una educación exquisita y se licenció en Letras. En 1929 comenzó su carrera literaria con la publicación de la novela "David Golder" en la editorial francesa Grasset. Su enorme fama y prestigio no impidió que fuera deportada al campo de exterminio donde murió. Allí murió también su marido y sus hijas huérfanas fueron las que conservaron, en una vieja maleta, los papeles de su madre, que resultaron contener un tesoro en textos escritos. Entre esos papeles estaba el manuscrito de una obra que dejó inédita y, quién sabe si inacabada. Se trata de "Suite francesa" en la que se destila toda la amargura y la tristeza de quien presiente que la sinrazón acabará con todo, incluso con una prometedora carrera literaria, con un matrimonio, una familia y, en general, con la vida.
Además de estas tres obras que os he citado recorriendo un poco su vida, otra obra inédita llegó a las librerías recientemente. La editorial Salamandra puso en las librerías "El ardor de la sangre" extraordinaria novela que se desarrolla en una tranquila ciudad de provincias francesa a principios de los años treinta. Allí viven esos personajes, cuyo destino se ve truncado por la vuelta de los fantasmas del pasado, que acechan y que impedirán que la vida plácida vuelva a ser lo que era para todos ellos.
Impresionante. Os recomiendo toda la obra de Nèmirovsky. Podéis empezar por cualquiera, aunque yo lo haría por "El ardor de la sangre" y "El baile". Solamente después podemos abordar "Suite francesa" con la suficiente visión de la autora para entenderla.