Muy Stoner

 


Stoner, tan adorado por todos nosotros, pasó toda su vida profesional haciendo la misma cosa, en el mismo lugar, con el mismo tipo de alumnos. Lo queremos porque es sencillo y porque se dedicó a lo importante. La lectura, esta mañana, de una preciosa edición de "Persuasión" y del último libro del poeta Eloy Sánchez Rosillo, me ha traído hasta aquí. Y me he recordado a mí misma esa trayectoria larga que he seguido y de la que hoy ya no se acuerda nadie. Ojalá eso no signifique que no hay en algún lugar gente que se benefició de ella. Todos esos que hablan de educación en las redes no han tenido un itinerario como el mío, estoy segura, pero pontifican imbuidos de no sé qué atributo. Yo los leo y me asombro de tanta ignorancia atrevida pero está feo creerse en posesión de algunas verdades. En realidad, ahora poseo sobre todo, dudas. Maestra de primaria con acceso directo, trabajar en toda la EGB, primera y segunda etapa, enseñar a leer a varias promociones de niños, ir construyendo el currículum conforme cambiaba la ley, dando clase a niños con dificultades y a niños brillantes. Estudiando a la vez que trabajaba. Fuera de mi casa, viviendo sola, estando en soledad y dedicada solo al trabajo. Preparando materiales continuamente, atendiendo a todos, que nadie se quedara atrás, colocando cortinas en la clase, pagando los zapatos de niños sin recursos. Acabando la segunda carrera. Haciendo oposiciones para secundaria. Aprobando oposiciones, volviendo a empezar de nuevo, curriculum nuevo, cambio de sistema, leyes nuevas, ciudades nuevas, trenes, autobuses, mucho andar. Niños difíciles. Institutos complicados. Concurso de méritos para ser asesora de formación. Trabajo en el centro de profesores, implantando las nuevas leyes. Cargos directivos, todos los que hay en el escalafón. Coordinando la formación en una institución provincial. Más cargos, otra oposición, de nuevo un cambio de trabajo y de destino. Ahora, Orientación, antes Geografía e Historia. Nuevo cargo, dirección de un macrocentro con todas las enseñanzas, doce años intensos, mucho trabajo, muchas traiciones. Después de tres mandatos y otras tantas traiciones, vuelvo a empezar de nuevo. Combino todo esto con la enfermedad grave de mi marido. Lloro por la calle para que no me vean llorar. Ahora en el EOE, niños pequeños, colegios con carencias, sin despacho, sin medios, no soy nadie en esto, empiezo otra vez el camino. Muerte y dolor. Soledad. ¿Dónde están los amigos, si es que existían? Concurso de traslados: un trabajo, por fin, al lado de casa, paseos para llegar hasta allí, tranquilos, un pequeño tiempo feliz. Pandemia. Fin del sueño. Ahora ya no soy nadie, nadie sabe quién soy ni lo que hice. 

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Uy, sí, claro, eres definitivamente una 'chica Stoner', 😉 😄

Entradas populares