Educada entre chicos
En Jane Austen se cumple el que una crianza entre libros y letras produce hijos lectores y quizá escritores. Los padres de Jane eran buenos lectores, la madre tenía dotes para escribir hermosas cartas y el padre conocía muy bien a los clásicos. La guinda, una educación liberal.
Los menguados ingresos del padre como rector de dos pequeñas parroquias, Deane y Steventon, no eran suficientes para atender las necesidades de una familia tan numerosa, ocho hijos. De modo que el señor Austen siguió la costumbre de tener en su casa varios meses al año, a chicos de buenas familias para que profundizaran en la conocimiento de los clásicos.
De esa forma, la casa estaba llena de muchachos y eso produjo en Jane Austen una suerte de coeducación muy beneficiosa.
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