Enaguas de seda rosa
/Retrato. Thomas Lawrence/
La primera carta que se conserva de las casi tres mil escritas por Jane Austen está fechada en 1796, en concreto los días 9 y 10 de enero, sábado y domingo de la semana. Jane dirige la carta a su hermana Cassandra que está pasando unos días en Berkshire, en la residencia de sus suegros, los señores Fowle, en Kintbury. Tom Fowle, su prometido, ya está embarcado en lo que será su última travesía. En ese momento Jane tiene veinte años recién cumplidos (su cumpleaños es el 16 de diciembre) y narra a su hermana los pormenores de un baile en la casa de la familia Bigg, de cuyas hijas eran íntimas amigas, Manydown House. No se conserva el manuscrito de la carta.
La galería de personas que desfilan por el texto es muy amplia y eso que solo nombre a algunos. Por supuesto, Tom Lefroy, el muchacho de sus sueños; los Grant, los St. John, lady Rivers y sus tres hijas y su hijo (muestra de que la aristocracia alternaba con la gentry), la señorita Deanes, las dos señoritas Ledger, además de un "clérigo alto", una broma que gasta Jane pues se trata de su hermano James, el mayor de los Austen, que en ese momento tenía 30 años. Por cierto que James estuvo bailando con Alethea, una de las muchachas Bigg. Estaba ya viudo, pues su primera esposa falleció muy pronto y todavía no se había casado en segundas nupcias pero lo hará con Mary Lloyd, amiga de sus hermanas y con cierto carácter intratable. Otra de las hermanas Bigg, Elizabeth, bailará con su futuro esposo, con el que se casará dos años después, el reverendo William Heathcote, nada ducho a la hora de danzar, según bromea Jane Austen.
Los elogios a Lefroy no pueden ocultarse. Dice de él que es "muy galante, apuesto y agradable", lo que es decir mucho y alude asimismo a la visita que él le hace a la mañana siguiente, acompañado, eso sí, de una carabina, su primo de catorce años. Jane parece mostrarse interesada en la moda del momento y habla de que se ha gastado un dineral en comprarse unos guantes blancos para el baile y una pieza de seda persa rosada que servía para adornar las enaguas y hacerle un forro al vestido. ¿Cómo serían esas enaguas rosas?
Como era costumbre, la carta se deja sin concluir el día 9 y se acaba al día siguiente, domingo, aunque ya con brevedad y mezclando noticias diferentes y asuntos que nada tienen que ver el uno con el otro. Lo más curioso es que aquí aparece una alusión al nombre "tan feo" del barco de Tom Fowle, el "Ponsborne"
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