Cuñadas

 


/Ilustraciones originales de Hugh Thompson/

Jane Austen tuvo seis hermanos varones, de los que cinco contrajeron matrimonio. Esos cinco hermanos fueron James, Edward, Henry, Francis y Charles. Cuando se habla de la idea que tenía Jane Austen acerca de la situación social de la mujer hay que considerar su propia vida y las circunstancias de la propia familia. Por eso es interesante acercarse al tema de sus cuñadas. Cuatro de ellas fallecieron en el parto. Esto era algo tan frecuente que la cantidad de segundos y terceros matrimonios era enorme. Ellos se veían favorecidos por la necesidad de que la segunda esposa cuidara a los hijos y por el deseo de mujeres sin recursos propios de asegurarse un hogar y una vida económicamente resuelta. De ahí el auge de los matrimonios de conveniencia, tanto en primeras como en segundas nupcias. 

James Austen se quedó viudo al nacer su primera hija y se casó de segundas con una amiga de la familia, con la que tuvo otros dos hijos. Este escaso número nos habla de una continencia casi absoluta, el método anticonceptivo más fiable y más usado en ese tiempo. Por su parte, Edward Austen, el tercer hermano, el de mejor posición económica al ser adoptado por una familia rica, los Knight, se casó una sola vez y tuvo once hijos, falleciendo su esposa al dar a luz el último. No volvió a casarse, pero Edward tenía criadas, institutrices y toda clase de servicio que le ayudaba a llevar adelante la numerosa prole. De modo que no necesitaba más esposas. En cuanto a Francis Austen, también tuvo once hijos y su esposa también murió en el último parto. Entonces se encontró con que su trabajo de militar lo obligaba a estar fuera de casa mucho tiempo y buscó un buen arreglo: se casó con la señorita Martha Lloyd, de confianza total de los Austen, con la idea de que cuidara a sus hijos y haciendo un gran favor a Martha porque ella no tenía recursos ni familia que la pudiera acoger. Por último, Charles, el hermano pequeño, también marino como Francis, que pasó embarcado toda su vida, quedó viudo de su primera esposa, con cuatro hijos pequeños y la última recién nacida, por lo que terminó casándose con la hermana de su esposa unos años después. Cuatro de las cuñadas, pues, fallecieron en el parto de sus hijos. Y un par de amigas sin recursos ascendieron a la categoría de señoras de la casa al casarse con dos de esos viudos. Así eran las cosas. 

Cuando se habla de que Austen era ajena a los problemas sociales de la época y que vivía en un limbo se olvida que un elemento fundamental de la vida de la mujer era precisamente el matrimonio, bien porque para la mayoría era una necesidad, o porque en esas uniones el amor estaba ausente. Y ella lo pone de manifiesto en todas sus novelas. 

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Interesante. Gracias!

Entradas populares