'The Old Man & the Gun' : Robert Redford dice adiós al cine
Como suelen hacer los realmente grandes, llega un momento en que deciden decir adiós y lo hacen a su modo, en este caso dejando una cinta encantadora, representativa, en la que Robert Redford es un ladrón y un "verdadero caballero". Su decisión de marcharse fue cierta, dejando al lado un episódico papel en Avengers: Endgame y su intervención en un documental de 2020 sobre Natalie Wood. Estoy segura que pequeños papeles salpicarán todavía su trayectoria. Es muy difícil dejar de fumar.
La película es The Old Man & the Gun y se rodó en 2018, dirigida por David Lowery, que también participa en el guion. Los otros dos actores principales del film son Sissi Spacek y Casey Affleck. Se narra la historia real de Forrest Tucker, ladrón de bancos, que se pasó toda la vida en la cárcel y entre atraco y atraco. Tucker cometió su último atraco en el año 2000, cuando tenía ochenta años.
A Sissi Spacek la conoce casualmente pero se convierte en alguien muy importante en su vida. Es una actriz de gran personalidad y siempre ha hecho papeles muy personales, únicos, a los que ella ha dado un toque especial. Su físico la acompaña en estos años de madurez, ofreciendo una imagen tierna, elegante, atractiva, muy alejada de esas actrices que quieren seguir siendo eternamente "hijas" en la ficción. Ella aquí habla, incluso, de sus nietas. Hacen una estupenda pareja con una química entrañable. Demuestran que los amores postreros son tan apasionados, o más, que los primerizos. En la vida real Redford tiene trece años más que Sissi, lo que no deja de ser lo usual en la pantalla, incluso cuando se trata de personas mayores. Los hombres sexys de ochenta años pueden tener la pareja que decidan. Aquí ambos establecen una relación muy natural y, al tiempo, con su picante incluido, como debe ser. Se atraen, se gustan y se comprenden, lo que significa el máximo en una relación entre personas mayores. Entre personas.
Todos aquellos que opinan sobre el ladrón, los que coinciden con él en sus atracos, siempre ponen de manifiesto que es un hombre elegante, un caballero, educado y sonriente. No es un ladrón al uso. Tampoco en su vestimenta, siempre con su traje azul con chaleco y su corbata rayada. Un dandy. Esa es la imagen última que Redford da en el cine, la de un hombre sereno, firme, callado, pero amable, con una parte de ironía personal y de compasión hacia la vida. Resulta difícil hablar bien de un ladrón, pero, en este caso, hablo del ladrón Redford.
Comentarios