Relatos en claroscuro
Este libro contiene doce cuentos que van del miedo al terror, de la sorpresa al abandono, de la búsqueda al olor de la sangre. De ellos emana la desnudez del sufrimiento, y la narración, en primera persona, parece cerrar y abrir puertas corredizas, con sus frases cortas, plagadas de crudeza, sin aditivos, sin adornos. Sacrificios humanos no tiene héroes. Todos sus personajes pertenecen a una de estas dos categorías: las víctimas o los verdugos. Y es la escritura la que se acerca a esta muestra de vida para convertirla en algo digno de contarse. Por eso la autora escoge, para iniciar su libro, una cita de Clarice Lispector: Escribir es también bendecir una vida que no ha sido bendecida. En estos cuentos destacan las figuras de las mujeres, perdidas, cansadas y llenas de heridas, sin apenas esperanza para seguir adelante sin mirar atrás.
Comentarios