Concierto de Viena vs estruendo de petardos
Daniel Baremboin dirigirá el concierto de año nuevo en Viena este 1 enero de 2022. El mundo se divide esta noche y mañana en dos tipos de personas: los que estarán en Viena oyendo el concierto y a estas horas descansan para aparecer con su mejor aspecto y los que están jodiendo al prójimo, lanzando petardos estruendosos en las calles y plazas. En concreto, en mi preciosa plaza, que no es suya, porque ninguno de los habitantes de esta plaza se dedica a este estúpido deporte, sino que son otros, que vienen de pisos aledaños, de peor condición y más mala leche. Aunque, ahora que lo pienso, hay un tercer tipo de personas, los que, como yo, no soportamos los petardos, nos gustaría estar ahora en una amable conversación en casa o viendo una película en la tele o oyendo alguna música (nunca aguantando esta desagradable y peligrosa pirotecnia ilegal que nos rodea) y mañana escucharemos y veremos el concierto en la tele mientras hacemos la poca faena que se hace en estas fechas señaladas.
Ahora que lo pienso, quién dijo que habían desaparecido las clases sociales. Si mi plaza estuviera en silencio como debería, para hacer juego con los vecinos que la habitamos y que estamos todos acantonados en casa, cuidando de no molestar ni al de arriba ni al de abajo ni al de al lado, mientras estos intrusos, animales sin racionalidad alguna, vienen pertrechados de bolsas de petardos, a cual más grande y peligroso, y, seguidos, no vayas a creer que no, de sus hijos, ante los que les demuestran sus habilidades con el lanzamiento de los artefactos, si se puede quemar una planta mejor, creyendo quizá que es una educación que los convertirá en asistentes al concierto. Me temo lo contrario, estos hijos serán igual de bestias que sus padres y lanzarán cohetes y no conocerán a Baremboin.
Todos los hombres de mi vida, empezando por mi padre, han elegido siempre a Joseph Strauss y han despreciado el estruendo.
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