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"Después de Julius" de Elizabeth Jane Howard

 


Después de Julius
Elizabeth Jane Howard

Traducido del inglés por Raquel García Rojas
Sello:Siruela
Colección:Nuevos Tiempos


Siruela publica este libro de Elizabeth Jane Howard después de los cuatro volúmenes de las Crónicas de los Cazalet y del excelente Como cambia el mar. El libro se centra en la familia de Julius Grace veinte años después de su muerte en Dunkerke. Sin embargo, para su familia parece que no ha pasado el tiempo porque Julius sigue estando omnipresente en sus vidas. Es una familia atípica, como todas las que retrata Elizabeth Jane Howard, con miembros muy originales y diversos. La viuda de Julius se llama Esme y tenía, en vida de su marido, un amante al que abandonó cuando aquel murió. Desde entonces, la viudez de Esme está centrada en cuidar de la casa y del jardín. Se ha convertido, en realidad, en otra persona. Esme y Julius tuvieron dos hijas: Cressida y Emma. Cressida podía haber llegado lejos en la música, tiene talento y tenía dedicación, pero hace tiempo que ha dejado ya este empeño y lleva una vida muy desordenada en la que los amantes ocupan un lugar principal. Por su parte, la hija más pequeña, que se llama Emma, también tiene carencias emocionales y está entregada a su trabajo, sin pensar en otra cosa prácticamente. En realidad, las tres mujeres deudas de Julius tienen la misma sensación de soledad, de pérdida y de desarraigo sentimental. 

La novela te plantea una ecuación nada extraña: las tres mujeres pasan un fin de semana juntas en Sussex, con un invitado especial que no es otro que el antiguo amante de Esme, Felix. Todos ellos tendrán que desmenuzar la persona de Julius, que es el lazo de unión entre ellos que ya no está. De esa reflexión van a surgir cuestiones que no esperaban, porque, al fin y al cabo, nadie es lo que parece. Esa sospecha sombría, esa determinación de que las aristas de nuestros seres queridos son más fuertes que sus propias luces, sobrevuela el relato, escrito con la minuciosa observación a la que la escritora nos tiene acostumbrados y usando varias voces y varios puntos de vista, aspecto este que ya ha presentado en sus anteriores obras y que es capaz de realizar con una maestría inigualable. 


Sobre la autora: 

El 2 de enero de 2014, cuando estaba a punto de cumplir noventa y un años, pues había nacido en 1923 en Londres, muere en Suffolk, en la casa junto al río a la que se trasladó en 1990, Elizabeth Jane Howard. El diario The Independent publica al día siguiente una crónica, firmada por Nicola Beauman, en la que traza un retrato de la escritora. "Podría haber sido excepcional", si hubiera tenido, dice la periodista "mejor suerte con los hombres". Su vida sentimental la arrasó por completo. Y algo tuvo que ver en ello una infancia triste, con una madre desgraciada, de temperamento artístico (había sido bailarina de ballet), insatisfecha, con la autoestima por los suelos y dependiente de un marido que no estaba a su altura. Estas vivencias son las que trasladó a su primera novela, The Beautiful Visit, de 1950, que logró el premio John Llewellyn Rhys. 

Todos hubieran esperado, después de este fulgurante comienzo, una amplísima y llena de éxito carrera de escritora, pero no ocurrió así, porque su trabajo era irregular, no tenía perseverancia en el mismo y se dejaba llevar por sus situaciones personales. Se había casado muy joven con un hombre catorce años mayor que ella, Peter Scott, y tenido una hija, Nicola, a la que dejó con su padre cuando se divorció, precisamente en el mismo tiempo en que publicaba su primera novela. Luego se casó dos veces más y tuvo varios amantes, todos ellos escritores. 

Su arrebatadora belleza supuso, al final, un handicap para ella, porque lograba enseguida llamar la atención de los hombres y sus elecciones no eran demasiado acertadas. Después de dos divorcios y varios amantes pareció encontrar la estabilidad necesaria para seguir escribiendo en el escritor Kingsley Amis, con quien estuvo casada casi veinte años. Su hijastro, Martin Amis, cuenta que fue ella quién lo alentó a leer y a desarrollar su vocación de escritor. En la casa que compartió con Amis había siempre invitados amigos a los que ella ayudó en momentos difíciles de salud, como la también escritora Elizabeth Taylor y el escritor Cecil Day-Lewis

En 1990, instalada en Suffolk, en una casa antigua junto al río que se convirtió en su paraíso, comenzó a escribir las cuatro novelas que forman Cazalet Chronicle, la historia de una saga familiar a lo largo de varias décadas. El éxito la acompañó esta vez y llegaron a convertirse incluso en una serie para la televisión con 45 capítulos. La historia de los Cazalet es la de tantos habitantes de Inglaterra en el entorno histórico que ocupa los años centrales del siglo XX, con sus cambios, sus alteraciones, sus dramas, sus hipocresías, y, sobre todo, con una enorme trascendencia en lo que se refiere al rol de las mujeres en las familias y en la sociedad en general. 

Como cambia el mar es mucho más compleja, interesante y esplendorosa que la saga. Es una obra maestra. 

Se trata de una complicada estructura narrativa, con varias voces, escenarios distintos y formas narrativas diferentes. Novela epistolar (las cartas de Alberta a su familia), narrada en primera persona (a cargo de Lillian y de Jimmy) y en tercera persona (la parte de Emmanuel). Una espléndido friso en el que cada cosa está perfectamente colocada en su sitio. Las localizaciones también varían desde Londres a Nueva York a Atenas y a la isla de Hidra. Naturaleza en su justo punto, sin merodeos innecesarios, lo que se necesita para crear el marco, la atmósfera. Una historia que va recorriendo el argumento a modo de inusitado río que transcurre sin que el agua se pare. Y, sobre todo, unos personajes construidos a cincel, de carne y hueso, con sus energías intactas aun en su desesperanza. 

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