Las palabras son alas de mariposa
Los que escriben no saben el motivo. No me refiero a los escritores de fama y éxito, que escriben para publicar, saben que sus libros aparecerán en las estanterías de las librerías, obtendrán premios y reseñas, verán la luz y agradarán a sus lectores. Me refiero a los otros. Me refiero a nosotros, escritores sin público, sin editoriales, sin premios, sin lectores. Me refiero a los que escriben palabras sin saber el motivo, salvo que siempre han escrito, salvo que no pueden dejar de hacerlo, salvo que esa es su forma de estar en el mundo.
Los escritores sin público escriben todos los días, no por disciplina sino porque tienen que hacerlo. Si no escribieran sentirían que hay algo que pugna por salir dentro de ellos, como si una botella de gaseosa nunca dejara salir el aire y explotara hacia el interior. Resulta una tarea ardua porque todas esas palabras, todos esos textos, incluso todos esos libros enteros, parece que no cumplen su misión si alguien no los lee. Y nadie los lee, nadie conoce qué sentido tienen ni por qué se han escrito. Escriben y escriben, para nada.
(Imágenes Uta Barth)
Comentarios