"Una historia de la luz" de Jan Nêmec


Los amantes del arte sabemos el papel de la luz en las formas, los espacios y las imágenes. Néstor Almendros decía que la luz era el camino, el señalador único que delimitaba los lugares y los conducía al objetivo. En “Kramer contra Kramer” los interiores blancos y casi desnudos solo revivían cuando la luz los atravesaba, dejando al descubierto el diálogo imposible entre dos personas que habían dejado de quererse. También Velázquez descubrió la luz y, a partir de ahí, transformó la historia de la pintura para convertirla en un nuevo relato, con transformaciones y atrevimientos que siguieron al pie de la letra todos los demás. Así, hasta el infinito. Incluso en un concierto de Lady Gaga son los focos de luz multicolor los que, artificialmente, delimitan a la artista, glosan sus canciones, elevan su voz. La luz del sol hace crecer las plantas, alimenta a los seres vivos, baña las ciudades y valles, convierte en vida lo inerte y levanta los corazones. La luz es el secreto de la vida.

El escritor checo JAN NĚMEC ha escrito “Una historia de la luz” que no es un ensayo, sino una novela, a medio camino entra la biografía y la ficción pues su protagonista es un personaje que existió realmente, el fotógrafo de la primera mitad del siglo XX František Drti­kol. Un gran artista que tuvo en los desnudos su mayor fuente de inspiración y en la luz su gran argumento, no solo artístico, sino vital.
El libro se inicia con una dedicatoria emblemática “A mis profesores” y dos citas, una de Angelus Silesius (“Amo una sola cosa, y no sé lo que es, y la he elegido porque no sé lo que es”) y otra de Samuel Beckett (“Al diablo con la primera persona”). La primera cita habla de su insatisfacción personal, que casa muy bien con la búsqueda permanente del fotógrafo en su periplo vital y profesional. La segunda incide en su carácter de permanecer oculto para dejar paso a la obra, la gran respuesta de todo artista ante los demás.

No falta la reivindicación de la fotografía como un arte, condición que, en tiempos de Drtikol se le negaba por su carácter técnico, como si la mirada del fotógrafo no fuera en sí misma un elemento de originalidad y una elección propia. La lucha pionera de los fotógrafos de estos tiempos posteriores a la primera guerra mundial y anteriores al reconocimiento del papel del fotógrafo, primero como testimonio y luego como arte, tiene mucho que ver con esta historia, que reúne elementos de historia del arte, que recrea las vanguardias, los momentos únicos en los que revitaliza el arte por medio de concepciones nuevas, incluso en los tiempos de mayor confusión política y filosófica.

El papel del arte, en este caso de la fotografía, como modelo de salvación personal, como forma de vida y como comunicación entre el artista y la gente es crucial en el relato y por ello mismo tiene mucho interés para todos aquellos que se interesen en el detalle de cómo fue posible que el papel del artista adquiriera un papel referente partiendo de una escasa consideración inicial.

Como arte nuevo, la fotografía busca su papel entre las artes y lo hace no solo con aportaciones técnicas indudables sino con nuevas exploraciones personales y visuales que conforman el estilo en la fotografía.

Lejos de adoptar una fórmula magistral o un tono elevado y distante, el libro está escrito en primera persona con lo que es muy sencillo identificarse con las peripecias vitales de Drtikol y apreciar la galería de personajes que saltan al aire en sus páginas, casi a modo de diario y desde un punto de vista muy original y propio, sin alharacas y sin juzgar los acontecimientos.

La política, la vida social, las guerras, los desencuentros personales, el amor, la muerte, la pasión, el desengaño, sentimientos humanos y grandes acontecimientos, todos hallan acogida en esta novela, que es considerada una obra maestra de las letras checas.
Sinopsis sobre el autor (editorial Errata Naturae):

Jan Němec (Brno, 1981) estudió Teología y Sociología en la Universidad de Masaryk y Dramaturgia en la Academia de Música y Artes Escénicas de Janáček. Tras publicar poemas y relatos, en 2013 se convirtió en una de las figuras literarias más destacadas de su país gracias a su primera novela, Una historia de la luz, con la que obtuvo el Premio al Mejor Libro Checo y el European Union Prize for Literature en 2014. En la actualidad, colabora con sus textos en importantes revistas checas, como Respekt y Host, y dirige un programa cultural de televisión.

Una historia de la luz. JAN NĚMEC.

Traducción de Elena Buixaderas. Errata naturae. Primera edición enero 2019

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