Kipling, no lo olvides
Babelia, el suplemento cultural de los fines de semana de El País, nos trae esta interesante reseña sobre el libro Kipling ilustrado que recoge textos de Rudyard Kipling con las ilustraciones de Arnal Ballester, Paco Giménez, Pablo Auladell, Pep Montserrat, Isidro Ferrer, Pablo Amargo y Ajubel.
Decía Borges que, cuando pensamos en ciertas literaturas admirables -la italiana, la francesa, la alemana-, lo primero que nos viene siempre a la mente es una biblioteca, mientras que, si pensamos en la literatura inglesa, acabamos pensando en personas, en De Quincey, por ejemplo, esperando a su querida Ann en Oxford Street, o en Kipling dejando Bombay para viajar al centro del imperio: "Es como si Inglaterra fuera como las piezas de Shakespeare o como las novelas de Dickens, uno las ve llenas de personas muy reconocibles y esto, creo, ocurre desde el principio en ese país".
Kipling, además, fue un escritor que, al igual que Henry James (y como más tarde también demostrarían Alice Munro o John Cheever, entre otros), demostró que se puede cargar un cuento con todo lo que una novela puede contener. Algunos de los mejores relatos de Kipling -muy especialmente El cuento más hermoso del mundo- se hallan en este libro publicado en Valencia con ilustraciones de siete destacados dibujantes españoles. Comparar la versión de ese cuento que ofrece este Kipling ilustrado con la que aparecía en la Antología de la literatura fantástica (Borges-Ocampo-Bioy) es descubrir hasta qué punto quien tradujo a Kipling en aquella célebre antología argentina tenía una habilidad especial para abreviar caprichosamente los textos.
Comentarios