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15 años de Una Isla de Papel

 


Una vez construí una biblioteca. Era blanca y borgiana, redonda, con las mesas azules, las rampas dispuestas para cualquier encuentro, los libros libres en las estanterías ovaladas. Construí una biblioteca y la llené de libros. Los libros llegaban en cajas de cartón y era una delicia abrirlas y esparcir esos libros por las mesas, por los estantes, por las cristaleras. Todo olía a papel recién inventado. Los niños recitaban poemas y algunos escribieron cuentos con nombres extraños y sonoros. Las fotos recogían las caras extrañadas de los niños cuando sus cuentos se leían en voz alta y ellos se convertían en escritores. Los autores pasaban por allí admirados porque los niños querían escucharlos y leerlos. 

Un día llegó una princesa y saludó a todos con una sonrisa única y muy especial. La princesa vestía de blanco y todos sabíamos que un día sería reina, como así ha sucedido. Fue la princesa la que recibió los poemas de los niños y en la biblioteca se oyó recitar a los antiguos, a los nuevos, a los eternos. Construí una biblioteca y recibí a una princesa que no solo lo era de cuento. 

Un poco después abrí este blog. Primero fue un lugar para que los niños supieran qué había en la biblioteca y qué cosas podían leer. Pero luego, cuando me alejé de aquello como suelo hacerlo de todo, cuando escapé sin mirar atrás como es mi costumbre, luego el blog siguió teniendo vida por sí mismo y ya era imposible pararlo y aquí sigue lleno de nombres de mujeres que escriben, con hermosas fotografías que muestran la vida tal y como es o tal y como queremos verla, con músicas que suenan a todos los lados de los océanos, con cine, mucho más cine por favor y con las escritoras que amo sobre todas las demás. 

Quince años de una isla de papel que Edna O'Brien hubiera calificado como el acto de salvación de alguien que construye su mundo a través de las palabras. Si Edna hubiera estado allí, ese día en que la blanca princesa llegó, quizá su próximo libro estaría dedicado a una chica con la cabeza a pájaros. Ya nadie recuerda que construí esa biblioteca y que la llené de libros, como yo también he olvidado las cabezas de esos hombres malvados que me traicionaron. Son pasado, agua oscura del pasado. Pero el blog sigue siendo un espacio libre de maldad, abierto a la palabra, lleno de color, de libros y de pasiones. 


(Foto: esta foto representa lo que es este blog. Sobre el áspero suelo, oscuro, sucio, lleno de maleza y de hojas vencidas, los pétalos muestran su color irrenunciable, su apego a la vida. Así sucede con los libros, con la escritura, con la lectura. Nos salva)

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