(Kim Novak)
En "Bésame, tonto" de Billy Wilder, es una prostituta encantadora que termina seduciendo al más inocente de todos y no a Dean Martin, como estaba previsto. En "Picnic" tuvo que vérselas con el arrollador William Holden y en "Vértigo" le hizo los honores a Hitchcock. Es una actriz que guarda mitad de inocencia y mitad de erotismo. Con Kirk Douglas hizo una película, cuyo nombre no recuerdo ahora (todo esto lo escribo de memoria) y en la que ella y él, ambos casados, engañaban a sus parejas hasta que la cosa se rompe por parte de él. Kim Novak encarnaba muy bien el personaje de, a pesar de todo, mujer abandonada.
(Eleanor Parker)
Eleanor Parker aparecía esplendorosa en esa horrorosa película de hormigas gigantes que cruzaban como lava el suelo y amenazaba las plantaciones de Charlton Heston. Él tenía una gran casa nueva, construida por sí mismo, con muebles nuevos, vida nueva y un piano nuevo. Esperaba que todo ello fuera cuidado y hermoseado por una mujer también nueva, pero su hermano le manda a una viuda, Eleanor, con lo que la cosa se fastidia totalmente y ya tenemos a Charlton Heston muy cabreado y a la espera de la invasión de hormigas. Ella luce como nadie los saltos de cama, que no tienen nada que ver con los de agua.
(Lizabeth Scott)
Lizabeth Scott hace casi siempre de mala o de infeliz, de chica desgraciada o de malvada que engaña y que pone a los hombres entre la espada y la pared. A mí me gusta su estilo glamouroso y su aire entre despistado y astuto. Sus ojos claros combinan muy bien con su cabello y su rostro. No es guapa, pero podría serlo y, es más, tiene pose de guapa. Hizo unas películas en blanco y negro preciosas, aunque no recuerdo ahora los títulos, pero están ahí y son parte de la historia de cine.
(Lauren Bacall)
Betty es la musa de Humphrey Bogart, la chica que lo enamoró y por la que bebía los vientos. Cuando se quedó viuda tuvo el buen gusto de casarse con otro hombre de postín, Jason Robards, que hizo algunos papeles de interés en el cine. La Bacall estaba mejor estática que en movimiento, no necesitaba ser buena actriz, y creo que no lo era, pero tampoco es cosa de ser demasiado exigente.
(Rita Hayworth)
Durante mucho tiempo me negué a ver "Gilda" porque me parecía el argumento una absoluta idiotez y por mi manía de no atender a los best-sellers. Esto es un best de cine se mire como se mire. Y luego toda esa historia de su origen español...una pesadez. Sin embargo, vi la película recientemente y terminó gustándome aunque, lo confieso, más que por ella por Glenn Ford. Quise descubrir a la Hayworth y Glenn Ford le ganó la partida.
(Audrey Hepburn)
La encantadora Sabrina tenía que vérselas con William Holden y con Humphrey Bogart. Y luego desayunar frente a Tiffany's. Audrey mantuvo siempre un aire tan elegante y sofisticado que todos los papeles estaban impregnados de ese estilo. Confieso que me costaba entender ciertos enamoramientos que parecían hechos para chicas más voluptuosas, pero hay algo que se llama "charme" y ella lo tenía a raudales.
(Grace Kelly)
Los vestidos de Grace Kelly en algunas de sus películas son tan impresionantes que resultan inolvidables. Por ejemplo los de "La ventana indiscreta", uno de los cuales está en esa foto. O los de "Atrapa a un ladrón". También los de "Crimen perfecto". Tan solo por estas tres películas ya estaría en la historia del cine, pero hay que añadirle "Solo ante el peligro", pues, aunque aquí no había vestidos maravillosos, sí hay una película esplendorosa y un compañero de reparto diez: Gary Cooper. Desde luego que los otros tampoco se quedaron atrás. Una princesa en toda regla.
(Vivian Leigh)
Cuentan las crónicas que estando rodando el incendio de Atlanta todavía "Lo que el viento se llevó" no tenía protagonista femenina a pesar de que se habían hecho incontables castings con estrellas diversas. Pero ella llegó de visita al plató con su marido, Laurence Olivier (qué grande...) y la eligieron como Scarlett O'Hara, una de las heroínas más imperfectas, cínicas, desagradables y, a la vez, extrañamente atractivas del cine. Y con ese vestido...dispuesta a pasar un día de fiesta en Los Doce Robles, donde va a encontrarse con el soso de Ashley Wilkins...y con el desconocido y aventurero Rhett Butler.
(Katharine Hepburn)
Su tándem con Spencer Tracy deparó una de las parejas más interesantes del cine. A mí me gustan especialmente en aquellas películas primeras en blanco y negro, aunque su canto del cisne, en "Adivina quien viene esta noche a cenar" es genial y los dos están adorables. Qué elegante era esta mujer y qué original en sus vestidos y sus poses. Pocas como ella, prácticamente ninguna. Una carrera impresionante, solo comparable quizá a la de Bette Davis.
(Annette Bening)
(Elizabeth Taylor)
(Deborah Kerr)
(Sophia Loren)
(Marilyn Monroe)
(Anne Hathaway)
Sentirse bien vestida, con un cabello precioso que te viene como anillo al dedo, con tus joyas favoritas, tu maquillaje perfecto, tus manos cuidadas, tu sonrisa al punto, tu postura insolente, tu mirada infinita, tus ojos abiertos a la vida, tus sentimientos guardados en arcón de paño, tus deseos a punto de estallar, la vida por delante, las cosas por delante, sentirse bien, libre, azotada por el aire tan solo, por la luz y la luna al llegar el crepúsculo, sin miedos, sin mentiras, sin abusos, sin mentiras, sin vacíos. Ese sentirse así, esa bondad del cuerpo que agradece cuidados, esa vibrante forma de estar, de ser, de ver, de anclase al mundo.
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